El burgomaestre ha solicitado en varias ocasiones que se suspenda cualquier actividad extractiva en el cantón mientras no se cuente con los estudios que contrató en abril pasado por 2.1 millones de dólares con dos universidades de la ciudad, para determinar los impactos ambientales en Río Blanco y Quimsacocha, y se garantice la no contaminación de las fuentes de agua.
Xavier Sánchez, subsecretario zonal de Minería, puntualizó que los estudios de impacto ambiental fueron realizados por la empresa Water Management Consultants durante 4 años y los mismos fueron socializados a partir del 2011. Dijo que tras acogerse todas las observaciones los mismos fueron aprobados en mayo de 2014, lo que permitió que meses después se entregue la licencia ambiental al proyecto Río Blanco.
El funcionario acotó que el Municipio conocía el proyecto. “Lean el Plan de Ordenamiento Territorial aprobado en su mayoría en 2015 por este Concejo Cantonal, en el que incluyen los proyectos Loma Larga y Río Blanco como una posibilidad de ingresos económicos para el cantón Cuenca”. Los documentos inicialmente fueron recibidos por un delegado del alcalde, sin embargo en último momento llegó a la cita la vicealcaldesa Ruth Caldas, quien señaló que los estudios llegan “ a modo extemporáneo”.
Los moradores de los sectores de San Gerardo, Chaucha y Molleturo efectuaron un plantón en los exteriores de la Alcaldía en respaldo a la minería. “Apoyamos al desarrollo de las comunidades”, “la nueva minería protege las fuentes de agua”. “Caminamos juntos por un proyecto minero responsable”, se leía en algunos carteles. “Tenga la plena seguridad que si tenemos que sacar gente, saldremos y defenderemos estos proyecto que van a dar resultados al país”, dijo uno de los asistentes.