Una misa y una comida con indígenas en el estado de Chiapas, en el sur de México, además de una visita a la tumba de un sacerdote defensor de esos pueblos originarios, son las actividades estrella del tercer día de visita del papa Francisco al país, en el que celebrará también un encuentro con familias.
El pontífice partirá en avión este lunes muy temprano desde la capital mexicana, donde duerme todas las noches del viaje, y llegará a la capital estatal, Tuxtla Gutiérrez, para desplazarse en helicóptero a San Cristóbal de las Casas, ciudad fundada por el español Diego Mazariegos en 1528 en un valle rodeado por montañas.
Allí celebrará una misa con la comunidad indígena en el centro deportivo municipal, donde se esperan más de 90.000 personas, y almorzará con algunos de sus representantes.
Será un homenaje a las minorías, con las lecturas litúrgicas, los textos bíblicos y los cantos en tzeltal, tzotzil y chol, las principales lenguas indígenas que se hablan en Chiapas, y el papa llevará paramentos con símbolos que representan la cultura maya.
Los ocho indígenas elegidos para acompañar al papa en la comida ven en ello una oportunidad para narrar al pontífice los problemas que viven sus comunidades, detalló a Efe una de los comensales, Victoria Ruiz González.
En la diócesis de San Cristóbal de las Casas, donde el 75 % de la población es indígena, el papa orará frente a la tumba de Samuel Ruiz, a quien llamaban cariñosamente «Tatic» (padre en lengua tzotzil).
Luego volverá a Tuxtla Gutiérrez para tener otro de los encuentros que se repiten en sus viajes: con las familias, en el estadio «Víctor Manuel Reyna».
La llegada de Francisco ha generado gran expectación en ese estado sureño, fronterizo con Guatemala y uno de los más pobres e indígenas de México, especialmente por su carácter progresista y por su mensaje de reivindicación de los pueblos originarios.
El sábado, en un discurso ante los obispos mexicanos en la Catedral Metropolitana de la capital del país, afirmó que «los indígenas de México aún esperan que se les reconozcan efectivamente la riqueza de su contribución».
Chiapas es el estado en el que el 1 de enero de 1994 se levantó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), del subcomandante Marcos.
El papa llegó el viernes a México y el sábado asistió a un acto oficial en el Palacio Nacional, a un encuentro con obispos mexicanos en la Catedral Metropolitana y a la Basílica de Guadalupe, donde congregó a 35.000 de fieles.
El domingo celebró una misa en el populoso municipio de Ecatepec, vecino de la capital y uno de los más poblados, pobres y violentos del país, a la que acudieron 300.000 feligreses.
El martes se desplazará al estado occidental de Michoacán y el miércoles al norteño de Chihuahua, desde donde partirá de regreso al Vaticano.