En su extenso discurso ante los diplomáticos, el papa Francisco destacó la buena voluntad para construir paz y para resolver algunos conflictos como los acercamientos para descongelar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba en los últimos dos años, así como el fin del conflicto armado en Colombia.
“Llena de esperanza ver que algunos de los intentos realizados se deben a la buena voluntad de tantas personas diferentes que se empeñan de modo activo y eficaz en favor de la paz. Pienso en los esfuerzos realizados en los últimos dos años para un nuevo acercamiento entre Cuba y los Estados Unidos. También pienso en el esfuerzo llevado a cabo con tenacidad, a pesar de las dificultades, para terminar con años de conflicto en Colombia”, expresó.
En diciembre de 2014, Cuba y Estados Unidos anunciaron el deshielo de sus relaciones diplomáticas y desde entonces avanzan en la normalización de sus relaciones (incluso abrieron embajadas en La Habana y en Washington, respectivamente); mientras que en Colombia se firmó un histórico acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC por el que el presidente Juan Manuel Santos fue galardonado con el premio Nobel de la Paz.
A continuación, el papa también hizo un llamado urgente a abrir las vías de diálogo en Venezuela donde, dijo, la población civil es la que sufre las consecuencias de la crisis que enfrenta ese país.
“Este planteamiento busca fomentar la confianza mutua, mantener caminos de diálogo y hacer hincapié en la necesidad de gestos valientes, que son muy urgentes también en la vecina Venezuela, donde las consecuencias de la crisis política, social y económica, están pesando desde hace tiempo sobre la población civil”, añadió el papa, quien aseguró que la diplomacia es un elemento fundamental para la paz, pues es un puente de “diálogo y de colaboración”.
Esta es la segunda vez en menos de un mes que el papa se refiere a la crisis en Venezuela. En su discurso el pasado 25 de diciembre, el pontífice pidió por la reconciliación en Colombia y Venezuela. Sobre este último, pidió dar los pasos necesarios «con vistas a poner fin a las tensiones actuales y a edificar conjuntamente un futuro de esperanza para la población entera».
El líder de la Iglesia católica también se refirió a otros conflictos actuales como el “terrorismo de matriz fundamentalista” que según explicó, “es fruto de una grave miseria espiritual, vinculada también a menudo a una considerable pobreza social”. Por eso hizo un llamado a las autoridades religiosas mundiales para que “unidos reafirmen con fuerza que nunca se puede matar en nombre de Dios”.
También se refirió al problema de la migración, una situación que merece un “compromiso humanitario” para hacer frente a “una emergencia que parece no tener fin”.
Antes de enviar sus mejores deseos para el nuevo año, el papa les pidió a los embajadores “construir la paz promoviendo el desarrollo integral del hombre”.
“No existe la verdadera paz si no se parte de una visión del hombre que sepa promover su desarrollo integral, teniendo en cuenta su dignidad trascendente, ya que «el desarrollo es el nuevo nombre de la paz”, puntualizó el obispo de Roma este lunes frente al cuerpo diplomático en la Santa Sede.