«Esta operación fue cuidadosamente orquestada, para evitar bajas civiles. Alcanzamos con éxito cada objetivo», declaró la portavoz del Departamento de Defensa, Dana White, durante una rueda de prensa celebrada hoy en el Pentágono.
Según explicó White, a diferencia del ataque ejecutado en abril del año pasado contra Al Asad, cuando EE.UU. atacó la base aérea siria de Shayrat (Homs) en represalia al bombardeo químico en el pueblo rebelde de Jan Sheijún, en esta ocasión el objetivo del ataque fue «neutralizar las instalaciones de investigación y desarrollo» de este tipo de armas.
Durante la operación contra Siria, que tuvo lugar a altas horas de la madrugada, tres instalaciones fueron destruidas, según imágenes mostradas por el Pentágono: el centro de investigación y desarrollo de Barzah y dos objetivos en el centro de Him Shinshar, un búnker y un almacén.
«La operación cercena la capacidad (de Siria) de desarrollar, desplegar y usar armas químicas en el futuro», aseveró el director del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el teniente general Kenneth McKenzie.
En total se emplearon más de 100 misiles que fueron lanzados tanto por diversos buques de la coalición desplegados en el mar Mediterráneo como desde bases militares próximas a Sirias.
El militar rechazó las informaciones que apuntan que el sistema antimisiles sirio logró interceptar varios de los misiles lanzados y resaltó que no se tiene constancia de que Rusia actuara en ningún momento para evitar el ataque.
Fuente: El Telégrafo