El Partido de los Trabajadores (PT) realizó hoy una defensa de su máximo líder en el horario gratuito de televisión, aunque sin mostrar a Lula como candidato, después de que la Justicia Electoral de Brasil inhabilitara su candidatura en la madrugada de este sábado.
El carismático político, líder en las encuestas con cerca de un 40 % de apoyos, llegó a aparecer como abanderado del PT en los programas gratuitos de radio que comenzaron a primera hora de la mañana, debido a que el Tribunal Superior Electoral tomó su decisión horas antes y no dio tiempo a modificar la programación.
La Corte electoral decidió, por seis votos a uno, que el exmandatario no podrá postular a cargos electivos por haber sido condenado en segunda instancia, en el marco de la llamada ley «Ficha Limpia», pero le autorizó a aparecer en la campaña televisiva, desde que no se identifique como candidato.
El fallo del tribunal presiona además al Partido de los Trabajadores (PT) a indicar a un nuevo abanderado en los próximos diez días, lo que podría llevar al compañero de fórmula de Lula, Fernando Haddad, a asumir la candidatura de la formación.
Las encuestas, sin embargo, no se han mostrado hasta el momento muy favorables a Haddad, quien acumula una intención de voto de entre el 8 y el 10 %, aunque la apuesta del partido es transferir los votos al «candidato de Lula».
El exministro de Educación y exalcalde de Sao Paulo avisó que se reunirá el lunes en la prisión con el exmandatario para decidir «los próximos pasos» de la formación, pero insistió en que «el candidato del PT es Lula».
Asimismo, el partido enfatizó que «continuará luchando por todos los medios» para validar la candidatura del extornero mecánico y ha reiterado que recurrirá.
En esa línea, el PT ha puesto en marcha su estrategia en el estreno de la propaganda política obligatoria al apostar por exhibir «la persecución política» de Lula, en la que Haddad salió en su defensa como, hasta el momento, candidato a vicepresidente.
En medio de la incertidumbre política, la decisión del tribunal electoral puede comenzar a despejar el panorama para las elecciones de octubre, hasta ahora contaminado por la indefinición en torno a Lula (2003-2010).
La inhabilitación del exlíder sindical supone el inicio de una intensa carrera entre los demás candidatos para conquistar la confianza y absorber los votos del electorado de Lula, encarcelado desde el pasado abril en Curitiba para cumplir una pena de 12 años de prisión y 1 mes por corrupción pasiva y lavado de dinero.
En un escenario sin el expresidente, las encuestas apuntan al ultraderechista Jair Bolsonaro como favorito, con casi el 20 % de las intenciones de voto, seguido de la ecologista y tercera vez candidata Marina Silva, quien cuenta con un 15 % de las simpatías.
Le siguen el socialdemócrata Geraldo Alkcmin y el laborista Ciro Gomes, ambos con entre 6 y 9 % de los apoyos.
En este primer día de campaña televisiva para los candidatos presidenciales, Bolsonaro, con pocos segundos, invitó a los electores a «caminar juntos por la defensa de la familia y de la patria», mientras que la ecologista Silva se dirigió a las mujeres.
«Voy a trabajar todos los días para que nadie diga a una (mujer) que no es capaz», señaló Silva.
Ya el laborista Ciro Gomes reconoció que «tiene poco tiempo de televisión», pero tiene «muchas ideas para cambiar Brasil» y volvió a prometer que lanzará un programa que limpiará el nombre de los brasileños endeudados.
El socialdemócrata Geraldo Alckmin, el candidato con más tiempo de propaganda electoral, más del doble que sus adversarios, apostó por una elaborada producción, en la que mezcló testimonios y una especie de documental biográfico para presentar el «hombre por detrás del político».
Alckmin también atacó implícitamente la propuesta de liberación de armas propuesta por Bolsonaro con un pequeño anuncio inspirado en un comercial inglés: «No es con las balas que resuelve».
La campaña electoral en televisión continuará hasta el 4 de octubre, tres días antes de la celebración de las elecciones más inciertas en la reciente democracia de Brasil.
Fuente: EFE