En Posorja, a 115 kilómetros de Guayaquil, parece que se construye una ciudad entera. Hay vías de acceso con señalética en español y en chino, por donde ruedan maquinarias gigantes que llevan tuberías y material de gran envergadura.
Actualmente hay 1 500 personas que trabajan en las diferentes empresas subcontratadas por la multinacional de origen dubaití DP World. En julio del 2016, la firma ganó la concesión por 50 años para construir y operar el primer puerto de aguas profundas en Ecuador.
Esta terminal marcará un hito en el país. Permitirá el ingreso de barcos de mayor calado, tipo Neopanamax, ya que su canal de acceso marítimo -de 21 millas- tendrá una profundidad de 16,5 metros.
Javier Moreira, presidente de la Cámara Marítima del Ecuador (Camae), señala que el 2019 el sistema portuario nacional se verá favorecido. A la operación de Posorja se suman otras inversiones en terminales privadas; los trabajos del dragado del canal de acceso a los puertos de Guayaquil, contratado por el Municipio, y la consolidación de las concesiones de Manta y Puerto Bolívar.
Para Moreira, es la más grande inversión de los últimos diez años en los puertos nacionales. Y calcula que superará los USD 800 millones entre el 2018 y el 2019 para estar listos el segundo semestre.
En Posorja, el avance de la construcción de la obra en general, al 30 de noviembre, es del 73%. Es la primera fase del proyecto, con una inversión de USD 539 millones, del total de 1 200 millones de la concesión.
Según Jorge Velásquez, gerente general de DP World Posorja, el cronograma de construcción cumple las metas y estará terminado en junio del 2019. Ese mes estarán listos la terminal, el patio de contenedores, los edificios administrativos, la carretera y el dragado. Y comenzará la fase de simulación del puerto y entrenamiento del personal para empezar operaciones y recibir al primer buque el 1 de agosto.
La terminal la construye la empresa China Harbour Engineering Company (Chec). Tendrá una capacidad para movilizar 750 000 teus (unidad de medida de contenedores de 20 pies) anuales en la fase I. En marzo llegarán las primeras grúas al puerto.
Posorja dinamizará la economía del país y permitirá posicionarse como un ‘hub’ en América Latina, señala Velásquez. “El objetivo es hacer competitivo al Ecuador frente al resto de la región con el puerto de aguas profundas”.
Pero los puertos que se ubican en la zona urbana de Guayaquil también ganarán competitividad. En enero arrancará el dragado del canal de acceso marítimo y fluvial.
El 5 de diciembre, el Municipio porteño firmó el contrato de concesión con la empresa Jan De Nul, por 25 años. La firma de origen belga realizará trabajos de profundización del canal marítimo existente y garantiza un calado de 12,5 m; hoy es de 9,5 m.
Jan de Nul financiará los trabajos de dragado y una vez terminado operará y mantendrá el canal. La inversión inicial se calcula en más de USD 100 millones. La operadora instalará un sistema de recaudación y cobrará una tasa de USD 0,62 por el uso del canal, que pagarán las líneas navieras.
Si no se contrataba el dragado, Guayaquil habría tenido su tiempo limitado y dejaba de ser competitiva, sostiene Moreira. Él también es gerente de la naviera CMA-CGM Ecuador. La competitividad en las terminales será la clave, ya que la permanencia en los puertos será menor, habrá más opciones para embarcar la carga exportable en las zonas de producción. A eso se suma que la tendencia es que la carga pase del granel a contenerizada.
Moreira estima que el 2018 cerrará con un crecimiento de carga en teus entre el 8 y 10%. Es decir, hasta fin de año se proyecta movilizar hasta 2,2 millones de teus por los puertos del país (Esmeraldas, Manta, Guayaquil y Puerto Bolívar). Mientras el 2017 fue de 2 millones de teus, según los datos de la Subsecretaría de Puertos.
Los puertos de Guayaquil, que mueven el 85% del comercio exterior, también se alistan para recibir una mayor demanda. Contecon, que opera la terminal multipropósito, presentó en octubre la Comunidad Logística para fomentar la competitividad. Ahí reúne a los principales gremios exportadores y otros actores, a fin de mejorar la cadena logística.
En el 2018, la concesión del puerto de Manta se consolidó en manos de la chilena Agunsa, que en marzo próximo cumplirá dos años de operación. En octubre pasado se inauguró la Terminal de Cruceros con una inversión de USD 2,4 millones. La inversión total este año suma USD 33 millones, dice Roberto Salazar, presidente de Terminal Portuario de Manta (TPM). A más de la terminal se ampliará el muelle 2 en 100 metros, entre otras obras. Hasta noviembre, Manta registra un alza del 6% de la carga frente a igual lapso del 2017. El 80% del movimiento es autos y maquinaria.
La operación de Yilport se consolida en Puerto Bolívar. Este año las inversiones superaron los USD 35 millones, que incluyó la primera fase del dragado del canal que terminó en mayo pasado con un calado de 14,5 m. También ordenó 24 grúas. Los equipos llegarán en tres envíos, entre el último trimestre del 2019 y primer semestre del 2020, y darán mayor capacidad para el servicio de barcos portacontendores.
Fuente: El Comercio – Nota original: LINK
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