Fue en abril de este año cuando los apagones regresaron al país ante un déficit de generación anunciado por el Gobierno, y denuncias de un supuesto ‘sabotaje’ de la exministra de Energía, Andrea Arrobo, que, según el Ejecutivo, impidió el desarrollo del sector en medio de la crisis.
De acuerdo con Sebastián Ribadeneira, experto energético, la primera alerta de los racionamientos eléctricos generada a inicios del año no pudo ser atendida con mucho tiempo de anticipación, al considerar que la instalación de energía en tierra toma 6 meses, mientras que la llegada de barcazas tiene un plazo de 3 meses.
Sin embargo, precisó que el regreso de cortes de luz para octubre, no tiene justificación, al conocer que, entre ese mes y diciembre, los caudales de los ríos que alimentan a las centrales hidroeléctricas se reducen. Estos aumentan en enero y, entre mayo y julio, los embalses se recuperar hasta alcanzar su totalidad.
Ribadeneira advirtió que para el 2025, el riesgo de apagones se mantiene, ante el crecimiento de la demanda de 31 mil gigavatios/hora en el año, lo que equivale a 104-105 gigavatios/hora al día. Precisó que se trataría de un incremento del 10% en la demanda nacional.
El sector empresarial no soportará otra crisis
De acuerdo con Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, el sector empresarial no soportaría otros apagones de la magnitud que enfrentó el país en los últimos meses.
Por ello, instó al Gobierno a abrir el sector eléctrico a la «sana competencia», al incorporar la inversión privada para la generación, transmisión y distribución de energía.
Pese al panorama eléctrico, González señaló que existe gran expectativa desde el sector industrial y comercial para recuperar sus ventas el año entrante.
Las afectaciones económicas
Santiago García, experto económico, señaló que las consecuencias de la crisis energética se mostrarán en el informe del Banco Central en el que considere los dos últimos trimestres del año. Mientras tanto, reportes del FMI proyectan un crecimiento de 0.4% en la economía nacional.
Precisó que desde el 2020, el país no ha podido levantarse. Esto, debido a la falta de medidas que fortalezcan la inversión, producción y el empleo. Además, consideró al escenario político como un factor determinante para ocasionar un declive de la economía.
García indicó que la muerte cruzada, decretada en 2023, posicionó al país en un escenario político que afectó a la inversión en distintos sectores, y sembró dudas en cuanto a la seguridad jurídica.
Por ello, destacó la importancia de llegar a consensos en el marco de un «pacto social por la reactivación económica». Esto, con mecanismos que vayan más allá de un ajuste fiscal y el manejo de las reservas económicas.
Además, resaltó la importancia de plantear alianzas público-privadas para fomentar la producción y mejoras en sectores estratégicos que garanticen el suministro de luz distintos servicios.
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