El asesinato de la directora encargada de la Penitenciaría del Litoral, María Daniela Icaza, demuestra una “política de indolencia” por parte de las autoridades, especialmente, del SNAI, indicó Karol Noroña, periodista especializada en temas carcelarios.
“Hablamos de que ella era la encargada de la cárcel más violenta del país. En los 12 pabellones casi siempre están en disputa”, sostuvo.
Cuestionó que, al comunicarse sobre el crimen, la entidad penitenciaria haya retrasado la confirmación del fallecimiento de Icaza, cuando la Policía corroboró este suceso.
Para Noroña, lo ocurrido con la directora encargada de la Penitenciaría evidencia una falencia institucional que ubica a sus funcionarios como el eslabón más expuesto a sufrir tratos violentos.
“Existen funcionarios que ejercen sus cargos casi de manera suicida”, dijo.
Sin embargo, puntualizó que este caso no es aislado.
Informe de enero del 2024
De acuerdo con Noroña, un documento al que tuvo acceso del 10 de enero del 2024, revela que Claudia Martínez, quien fue asesinada al cumplir un mes como directora de Seguridad Ciudadana y Control Territorial, solicitó en varias ocasiones un análisis de riesgo.
En el informe, se menciona que, dos de los agentes que formaban parte de su escolta, fueron detenidos y procesados por secuestro.
Hablar de depuración es “conservador”
La presencia de las Fuerzas Armadas en el control de las cárceles es, según Karol Noroña, una medida que no ha dado resultados, sino que, ahora, la violencia se ha registrado de manera más “institucionalizada”.
Enfatizó que, esto demuestra, una vez más, que el sistema es corruptible, y quienes tienen mayor exposición son funcionarios.
“La violencia criminal, cobijada por el Estado, es mucho más frontal y más institucionalizada. Hablar de depuración es conservador, la institución no funciona a todo nivel”, dijo.
La periodista Noroña criticó que, desde el SNAI, se maneje una “política del silencio”, sobre lo que sucede al interior de las cárceles que, según un monitoreo liderado por ella, se reportan 24 muertes dentro de centros penitenciarios.
“Los funcionarios no quieren ir a trabajar, ni estar ahí”, indicó.
Por ello, consideró que, si bien han pasado innumerables gobiernos, la situación carcelaria no ha cambiado, y continúa siendo el centro de la crisis de inseguridad que enfrenta el país.
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