«La erupción del volcán Sierra Negra iniciada el 26 de junio de este año llega a un proceso de calma luego de 58 días de actividad», indicó el IG en un informe especial difundido en su web.
Recordó que la actividad eruptiva del Sierra Negra tuvo lugar a lo largo de cinco fisuras ubicadas en los flancos norte y noroeste, que se caracterizaron por la emisión de flujos de lava que cubrieron un área total de 30,6 kilómetros cuadrados.
La emisión de flujos de lavas se distribuyó en dos fases: la primera duró menos de un día y los flujos de lava emitidos por todas las fisuras cubrieron un área mayor a 17 kilómetros cuadrados, y la segunda, cuya emisión de flujos de lava duró 57 días, que cubrió un área aproximada de 13 kilómetros cuadrados.
«Los flujos de lava producto de esta fisura llegaron al mar el 6 de julio y modificaron la línea de costa de la isla incrementando el territorio en 1,5 kilómetros cuadrados», señaló.
El Instituto apunto que desde el inicio de la erupción del Sierra Negra la intensidad de la actividad eruptiva fue variable y se reconocieron al menos cinco pulsos donde la actividad se incrementó.
Según el IG, durante la última semana se ha registrado un continuo descenso de los parámetros de monitoreo en el volcán Sierra Negra, que antes del 26 de junio tuvo varios meses de agitación.
«No se descarta que a futuro pueda ocurrir un nuevo episodio, como ya ha sucedido en anteriores erupciones en los volcanes de Galápagos, por lo que se mantiene un monitoreo constante», advirtió.
En su informe, el Instituto menciona dos posibles escenarios de acuerdo a la información con la que cuenta: el fin del periodo eruptivo, siendo este el escenario «más posible en función de los datos de monitoreo actuales».
Pero también baraja la eventualidad de un periodo de calma y reinicio de la erupción: «existe la posibilidad de que este periodo de calma no sea más que una pausa de la erupción, misma que puede ser retomada debido a un nuevo pulso profundo de magma», señaló.
El Sierra Negra es uno de los cinco volcanes activos de la isla Isabela, la más occidental de Galápagos, y su cráter tiene un diámetro de 10 kilómetros.
Antes de la erupción de junio, se registraron otras en 1979 y 2005, según datos de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG).
El archipiélago de Galápagos, situado a unos 1.000 kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador fue declarado en 1978 Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Fuente: EFE