En declaraciones a medios locales desde la sede diplomática caribeña en Quito, Dausá informó que los días 9, 11 y 13 de julio fueron retornados a La Habana en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) un total de 122 cubanos que permanecían de manera irregular en Ecuador.
“La deportación se realizó con total apego a lo establecido en la legislación de ambos países y a las normas internacionales vigentes”, señaló, y añadió que esta acción responde al compromiso de “evitar que seres humanos indefensos se conviertan en víctimas de los traficantes de personas».
Confirmó que tras su llegada al aeropuerto internacional ‘José Martí’, las autoridades cubanas procedieron a realizar el control sanitario correspondiente, y posteriormente fueron trasladadas a sus respectivas provincias.
“Es importante señalar que salieron de Cuba, sin excepción, de manera legal y regular; ninguno de ellos es perseguido político, ninguno de ellos tiene una acusación de tipo político en nuestro país», precisó.
Dijo que, sin embargo, en el afán de hacer méritos ante la embajada de Estados Unidos y de ese gobierno, estas personas “han tenido que blasfemar; han tenido que hacer toda una serie de declaraciones contra la Revolución cubana y contra del gobierno ecuatoriano”.
Para el Jefe de la misión diplomática cubana en Quito, la responsabilidad del gobierno de los Estados Unidos en este tema es manifiesta.
Afirmó que la política migratoria de estímulo a la emigración irregular durante décadas ha provocado la tirantez en las relaciones migratorias entre ambos países, y citó la existencia de la Ley de Ajuste Cubano (1966), la política denominada ‘Pies Secos, Pies Mojados’ y el programa Parole para los profesionales cubanos de la salud.
“En estos momentos en muchos países de la región, no solamente en Ecuador, se han visto perjudicados por esta política irracional del gobierno de Estados Unidos”, acotó.
Añadió que esta legislación y políticas “confieren a los ciudadanos cubanos un tratamiento selectivo y único en todo el mundo, al tiempo que constituyen una violación a los acuerdos migratorios suscritos entre Cuba y Estados Unidos.
Aseveró que esa postura resulta incongruente con el actual contexto bilateral entre ambos países, al tiempo que impide avanzar en la normalización de las relaciones migratorias entre los dos países y “a la vez crea innumerables problemas a otros países de la región”.
A una pregunta de Andes, señaló que la embajada de Cuba acompañó a las autoridades cubanas solamente en el procesamiento migratorio, ya que tuvieron que entregar documentos de viaje y tránsito a los deportados a muchos de ellos “porque no tenían pasaporte”.
En su opinión, “es muy evidente” que estas acciones protagonizadas por los ciudadanos cubanos en Quito están dirigidas muchas veces desde Miami. “Basta solamente entrar a las redes sociales para darnos cuenta de la cantidad de mensajería, de la cantidad de indicaciones que vienen de Miami, y la cantidad de mentiras que se dicen desde Miami con relación a este tema de los migrantes cubanos”.
Por otra parte, descartó que eta situación sea causal para que el gobierno de la isla adopte medidas para frenar el derecho de los cubanos a salir del país, ya sea de visita o para emigrar.