La educación con este Gobierno se ha convertido en un pilar fundamental, pues busca consolidar al talento humano como el eje de la nueva economía ecuatoriana. En varias ocasiones el Primer Mandatario ha reiterado la importancia de invertir en la educación, una de ellas fue en Ginebra en 2014, donde dictó dos charlas magistrales. “Ecuador ha decidido su desarrollo en su fuente inagotable: el talento humano y tecnología (…) en el ámbito educativo llegamos a la matrícula universal en Ecuador con acceso masivo y gratuito”.
En los 9 años, hasta octubre del 2015, se han adjudicado 11.409 becas para estudios de pregrado y posgrado en el exterior, es decir más de 48 veces lo entregado por gobiernos anteriores. Además, hasta mediados del año 2014, las instituciones de educación superior financiadas y cofinanciadas a nivel nacional han gestionado 2.942 becas adicionales, lo que aumenta el valor acumulado de becas otorgadas a 14.276.
De los 1.427 becarios retornados, el 69,4% ahora cuentan con título de maestría y el 11,9% con doctorados. Igualmente, se cuenta con becarios con instrucción en estudios de posdoctorado (0,6%), lo que constituye un aporte de alta relevancia para el desarrollo de la investigación científica en el país.
El impulso a la educación sin duda ha permitido un aumento en el acceso a la educación superior durante los nueve años de la Revolución Ciudadana, sobre todo para los sectores más pobres, gracias al sistema de admisión en el que ahora los jóvenes rinden un examen para acceder a la educación pública gratuita.
Según datos de la Senescyt, la tasa crecimiento anual de matrícula bruta 2006-2014 creció del 1.6% al 3.4%. Para este año se proyecta que llegará hasta 552.519 matriculados, el reto será llegar hasta 592.855 estudiantes en el 2017, es decir un incremento de 70.000 estudiantes desde el 2012, previsto en el Plan Nacional de Desarrollo 2017.
De esta manera, la universalización y democratización de la educación superior es una realidad en el Ecuador.