Un portavoz del departamento, Luca Cari, dijo a CNN que los equipos de rescate están en contacto con el grupo, pero aún no pudieron llegar a ellos.
Se teme que unas 30 personas estén atrapadas en el hotel Rigopiano, al pie de la montaña Gran Sasso, unos 135 kilómetros al noreste de Roma.
El hotel quedó enterrado en la nieve el miércoles por la tarde después de una serie de terremotos registrados en la zona.
Los rescatistas no llegaron hasta el lugar hasta el jueves por la mañana, debido a las malas condiciones climatológicas, que son todavía peligrosas. Los equipos tuvieron que suspender las operaciones durante la madrugada, local, debido a las continuas réplicas y los temores de nuevas avalanchas. Sin embargo, las operaciones de rescate se reanudaron con las primeras luces del día.
Encontrar a alguien más con vida parece difícil, pero los rescatistas mantienen la esperanza de que alguien más pudiera haber sobrevivido por las bolsas de aire en el edificio.
Mientras, los equipos de emergencias siguen tratando de llegar a otras zonas aisladas por la avalancha, y las autoridades están tratando de recuperar la electricidad para unas 90.000 personas que se quedaron en la oscuridad durante la noche en medio del clima extremo.
Muchas personas durmieron en refugios la noche jueves al viernes a pesar de la caída de nieve, debido al temor de más avalanchas.
El centro de Italia fue sacudido por más de 10 temblores el miércoles, cuatro de ellos por encima de una magnitud 5, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
El metro de Roma fue evacuado, la mañana del miércoles, a causa de los temblores. Las autoridades también cerraron algunas escuelas.
El primer sismo tuvo una magnitud 5,3 y se registró a 7 kilómetros al noroeste de Amatrice, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés). Le siguió un otro sismo de magnitud 5,4 y otro de 5,7.
Amatrice fue devastado por un sismo de magnitud 6,2, el pasado mes de agosto, que dejó más de 290 muertos.
En octubre, se sintió en la zona un sismo de 6,6, el más fuerte en el país en tres décadas, que causó heridas a una veintena de personas.