Ante más de un millón de personas durante una manifestación en Estambul, Erdogan dijo que el pueblo apoya la pena de muerte, lo que significa que tenía un mandato para firmar la ley.
El masivo evento, conocido como la «Manifestación de la Democracia y de los Mártires», reunió tanto a partidarios del partido de Erdogan, el AKB, como a los partidos de oposición, se reúnen.
Allí, expresaron su apoyo al proceso democrático, rechazando un retorno al conflictivo pasado del país, cuando los golpes militares eran comunes.
El mensaje de los líderes y otros oradores fueron claros, agradeciendo a la población turca el haber defendido el concepto de democracia.
El primer ministro Binali Yildirim dijo que el intento golpista había unificado el país. «Cada golpe de estado que no nos mata, nos hace más fuertes. Al igual que aquí y ahora», dijo.
El propio Erdogan salió y dio las gracias a la gente varias veces por salir a las calles en la noche del golpe y manifestarse contra las facciones del ejército que estaban tratando de arrebatar el poder del gobierno electo, lo que en última instancia, permitió mantener a su gobierno en el poder y preservar la democracia de Turquía.
Erdogan: Apoyaré la pena de muerte
El gobierno de Erdogan ha aprovechado el impulso posterior al golpe para fortalecer su control del poder. El domingo se comprometió a que si el Parlamento aprueba reintroduir la pena de muerte él con entusiasmo firmará la ley.
«La soberanía reside en la nación. Sin ningún tipo de condiciones. Si están exigiendo la pena de muerte, la autoridad que decidirá sobre este tema será la gran Asamblea Nacional de Turquía», dijo en su discurso a la multitud.
«Después de que nuestro Parlamento adopte tal decisión el paso que se debe dar es evidente. Si se trata de mi aprobación por este medio expreso que yo lo aprobaré».
Los líderes de la Unión Europea han declarado anteriormente que si Turquía reintroduce la pena de muerte en su legislación, se pondría fin a la solicitud del país para unirse al bloque.
Turquía ha sido criticado por la forma en que actuó las semanas después del golpe, con campañas masivas de arresto, detención de miles de personas del ejército, escuelas y universidades, servicios de salud y medios de comunicación.
El gobierno de Erdogan ha intentado justificar sus acciones de mano dura al insinuar que el movimiento de Fetullah Gulen, a quien Ergogan culpa de la intentona golpista, se ha infiltrado en estas diferentes instituciones.