Los neoyorquinos han elegido este martes al segundo alcalde negro de su historia. Eric Adams, el expolicía que consiguió la nominación demócrata a la alcaldía en las primarias del pasado junio, se ha impuesto como estaba previsto al republicano Curtis Sliwa para regir los destinos de la capital económica y cultural del país, con más de ocho millones de habitantes, en un momento crucial: el de superar definitivamente la pandemia. Adams, de 61 años, tomará posesión el próximo 2 de enero, sustituyendo en el cargo a su correligionario Bill de Blasio. Las urnas han permanecido abiertas este martes desde las seis de la mañana hasta las nueve de la noche, cuando se han conocido los primeros resultados. En junio, errores en el recuento provisional causaron una embarazosa polémica que dejó al descubierto las rémoras de funcionamiento de la junta electoral de la ciudad.
Con un mensaje de firmeza contra la inseguridad ciudadana, del que ha hecho bandera, el agente y posterior capitán del Departamento de Policía de Nueva York dio el salto a la política en 2006, primero como senador por el Estado de Nueva York y más tarde como presidente del distrito de Brooklyn, donde reside y hoy ha depositado su voto. Adams siempre ha dirigido sus mensajes al elector común, a la clase trabajadora y a las comunidades negra e hispana, pero a la vez ha logrado granjearse el apoyo del sector empresarial y mantenido buenas relaciones con los sindicatos (él mismo fue representante de los trabajadores en su etapa en el Departamento de Policía). Precisamente la oposición de los sindicatos a la obligatoriedad de la vacuna para los trabajadores municipales está echando un pulso a la Administración, en especial desde el departamento de bomberos, pero también entre la policía. Adams ha reiterado que mantendrá el mandato vacunal impuesto por su antecesor, que fue elegido en 2013.
Desde que se impusiera a sus rivales en las primarias de junio, Adams se presenta como el futuro del Partido Demócrata, algo en lo que no están muy de acuerdo sus correligionarios más progresistas o a la izquierda del partido. Las tensiones entre las distintas sensibilidades de la formación no hallarán acomodo con la elección de Adams, según la mayoría de los analistas.
Adams será el segundo alcalde negro de la ciudad tras el discreto David Dinkins, regidor entre 1990 y 1993 y muerto el año pasado. La derrota de una de las principales favoritas en las primarias demócratas, la moderada Kathryn Garcia, privó a los neoyorquinos de tener la primera alcaldesa de su historia. Garcia, con amplia experiencia en el gobierno municipal, ya anunció en junio su disposición a colaborar con su contrincante, el que hoy se ha convertido en alcalde electo.
Fuente: El País – Nota Original: LINK