Guarderas destacó que las fiestas no solo deben ser vistas como una serie de eventos festivos, sino como un momento de reflexión colectiva, una oportunidad para que los quiteños se unan como comunidad, celebren sus raíces y agradezcan lo que la ciudad les ha brindado.
Subrayó que las Fiestas de Quito son mucho más que actividades y entretenimiento; son un espacio para fortalecer la identidad colectiva de los quiteños, un recordatorio de la importancia de nuestras raíces y tradiciones.
Según la actriz, las festividades permiten valorar lo que ha logrado la ciudad a lo largo de su historia, y también son una ocasión para reflexionar sobre el futuro de Quito.
Para Guarderas, es esencial que todos los ciudadanos, especialmente las nuevas generaciones, conozcan la historia de Quito. Esto no solo fomenta el orgullo por la ciudad, sino que también les permite entender el contexto en el que viven y el camino que la ciudad ha recorrido hasta convertirse en lo que es hoy.
Finalmente, señaló que, en su opinión, las Fiestas de Quito han perdido en parte su esencia, ya que en ocasiones no se están vinculando de manera significativa con la historia y el legado cultural de la ciudad.
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