El presidente Donald Trump revirtió el miércoles una polémica política migratoria que separaba a familias que cruzan ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos, una acción aplaudida por México y Centroamérica, de donde provienen la mayoría de migrantes.
Si bien la resolución prioriza los procedimientos migratorios de padres con hijos, no termina con una política de «cero tolerancia» que exige el enjuiciamiento penal cuando los migrantes cruzan irregularmente.
«Recibimos a un señor que venía traumado porque no traía a su hijo. Su hijo de siete años quedó en Estados Unidos en un albergue y ya empezamos las coordinaciones para pedir que el niño sea repatriado lo más pronto posible», dijo la viceministra para los salvadoreños en el exterior, Liduvina Magarín.
La autoridad agregó que el hombre, cuya identidad no fue revelada, fue deportado «por sorpresa» el miércoles sin una notificación consular, por lo que el gobierno de Estados Unidos habría violentado un acuerdo bilateral de deportación.
Según el registro oficial, al menos 93 niños salvadoreños estarían en diferentes albergues y centros de detención de Estados Unidos, separados de sus padres. Unos 2.000 menores, la mayoría centroamericanos, han sido separados de sus padres entre mediados de abril y fines de mayo.
Miles de centroamericanos escapan cada año de la violencia y pobreza en sus países rumbo a Estados Unidos, pero pocos lo logran. Unos son deportados al llegar al gigante del norte y otros se quedan a mitad de camino en México atrapados por mafias que secuestran migrantes para trata de blancas o prostitución.
Fuente: El Universo