El ministro del segundo gobierno de Fernando Belaunde y del gobierno de Alejandro Toledo, el tecnócrata y hombre de negocios Pedro Pablo Kuczynski Godard, ha desarrollado un perfil que combina una enorme experiencia en el ámbito de las millonarias inversiones privadas extranjeras y la administración pública.

Hace casi cinco años, cuando Pedro Pablo Kuczynski postuló a la Presidencia, y su competidora Keiko Fujimori pasó a la segunda vuelta, pidió públicamente votar por ella. Es irónico porque ahora Kuczynski cuestiona a Fujimori por hechos que obvió en 2011. «¿Quién acabó con el terrorismo? ¿Quién acabó con la hiperinflación? Yo no olvido y ustedes tampoco», declaró en un mitin de cierre de campaña de Keiko Fujimori, el dos de junio de 2011: «Queremos una economía estable… ¡y Keiko sí puede!», clamó.

Su discurso varió radicalmente en el actual proceso electoral. «El pueblo peruano desconoce qué cosa hizo ella (Keiko Fujimori), pues todos conocemos que solo recibió el legado de su padre», dijo a Radioprogramas, el 14 de marzo.

“(El 22 de noviembre de 2000), cuando huyó Alberto Fujimori, se terminó la dictadura corrupta de los derechos humanos que tanto daño nos hizo. No queremos repetir tristes historias como esas, queremos un cambio”, declaró a «Correo», el 23 de noviembre de 2015. Y añadió, en alusión a Keiko Fujimori: «Los políticos no deberían aprovecharse del dinero público para pagar su educación”.

De padre alemán y madre franco-suiza, nacido en Lima el 3 de octubre de 1938, en su larga trayectoria como hombre de negocios, funcionario público y político,  Kuczynski afrontó situaciones extremas que definieron su personalidad. Como en 1969, cuando ejercía como gerente del Banco Central de Reserva (BCR), y el gobierno dictatorial del general Juan Velasco Alvarado le atribuyó haber autorizado, en presunta complicidad con otros funcionarios, que la compañía International Petroleum Company (IPC) sacara del país 17 millones de dólares. Enjuiciado, y con orden de captura, Kuczynski abandonó sigilosamente el Perú.

«Cuando empezó el gobierno militar tuve que salir del país porque estaba con orden de captura. Todos los gerentes del BCR fuimos acusados de regalarle dólares a la IPC. (…) Tuve que salir del país. Fue un trote que tomó quince días», relató Kuczynski en una entrevista al programa ‘Punto Final’: «Nos procesaron, ganamos el juicio al final del gobierno de Velasco, pero Velasco destituyó a la Corte Suprema por ese fallo. Todo empezó de nuevo y en el gobierno del general Francisco Morales Bermúdez, ganamos definitivamente el juicio».

Kuczynski se dirigió a Estados Unidos, donde trabajó primero en el Banco Mundial y luego en First Boston International y el First Boston Corporation, en el banco de inversiones Kuhn, Loeb & Co. International y en la compañía de aluminio Halco Mining.

En 1980, con el segundo gobierno de Fernando Belaunde Terry, retornó al país y asumió como ministro de Energía y Minas, el ámbito de su especialidad. Empero, en 1982, tuvo que salir otra vez del país porque se sintió amenazado por el terrorismo.

«Me fui porque Sendero Luminoso estaba contra mí. Colgaron mi efigie en el zanjón (Vía Expresa) y esto porque yo era un personaje bien conocido en esa época», relató Kuczynski.

El terco Kuczynski una vez culminado el régimen de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, volvió convocado por el gobierno de Alejandro Toledo que lo nombró primero ministro de Economía y luego primer ministro. En los intervalos dirigió o formaba parte de empresas del ámbito de su mayor experiencia, lo que originó críticas sobre su imparcialidad.

Con estudios en el Markham College de Lima, en el Rossall School de Inglaterra,  en el Exeter College de la Universidad de Oxford, en Londres, y en la Escuela Woodrow Wilson de la Universidad de Princeton, Estados Unidos, Kuczynski recibió una educación privilegiada. Sin embargo, ha sorprendido con apreciaciones de grueso calibre.