La proyección elaborada por científicos de la Universidad de Sao Paulo (USP), con base en un modelo matemático para prever la diseminación de enfermedades, indica que, pese a que serán contagiados por el virus transmitido por picadas del mosquito Aedes aegypti, ninguno de esos dos turistas extranjeros presentará síntomas de la enfermedad, como fiebre y dolores musculares.
«En caso de que el invierno (austral) de 2016 sea frío, como lo fueron los de los años anteriores desde 2002, la proliferación del Aedes aegypti cesará. En esas condiciones la proyección de casos sintomáticos de dengue entre los turistas es de cero y la de casos asintomáticos es de dos», informó hoy la Fundación de Apoyo a la Investigación en el Estado de Sao Paulo (Fapesp), la entidad pública que financió el estudio.
La investigación admite que, en el peor de los casos, si la epidemia de dengue tiene las características verificadas en agosto de 2007, cuando el invierno austral registró inusuales temperaturas superiores a las normales, el número de casos sintomáticos puede llegar a 23 y el de extranjeros, que contraerán la enfermedad pero no presentarán síntomas, ascendería hasta 206.
El estudio tiene en cuenta los actuales datos sobre el dengue en Brasil, las estadísticas históricas, los posibles desplazamientos que realizarán los visitantes extranjeros durante los Olímpicos de Río 2016 y la baja incidencia de la enfermedad en el período del evento, en agosto próximo.
Sus resultados fueron destacados en un artículo publicado en la última edición de la revista científica BMC Infectious Diseases.
De acuerdo con el estudio, la población del Aedes aegypti prolifera durante el verano austral, que concluyó en marzo, y los casos de dengue tienen su pico en Brasil en abril.
Pero el número de casos de la enfermedad tradicionalmente comienza a caer a partir de mayo, con la reducción de las lluvias, hasta niveles mínimos en julio y agosto.
«Cuando llega el tiempo seco y frío, la multiplicación del mosquito se interrumpe y el total de infecciones por dengue se desploma», según el artículo de la Fapesp.
El coordinador del estudio, Eduardo Massad, investigador de la Facultad de Medicina de la USP, utilizó el mismo modelo matemático para calcular con total precisión el número de casos de dengue previstos entre visitantes extranjeros, durante el Mundial de fútbol que Brasil organizó en junio y julio 2014.
Dos meses antes del Mundial, Massad predijo que tan solo 3 de los 600.000 turistas extranjeros contraerían la enfermedad durante su estadía en Brasil en condiciones normales y que, en el peor de los casos, el número llegaría a 59.
De acuerdo con el especialista, las estadísticas oficiales confirmaron que sólo tres turistas contrajeron dengue en Brasil durante el Mundial: dos estadounidenses y un japonés.
El especialista aseguró que los investigadores de la USP utilizarán el mismo modelo para calcular el número de posibles casos de zika, virus transmitido igualmente por el Aedes aegypti, pero admitió que, por tratarse de una enfermedad nueva en Brasil, aún no hay una base de datos confiable.
El dengue, el zika y la gripe A figuran entre las enfermedades que más preocupan a las autoridades sanitarias encargadas de los preparativos para los Juegos Olímpicos.
Según el último boletín del Ministerio de Salud, el número de casos de dengue registrados en los tres primeros meses del año fue de 802.249, con un crecimiento del 13,8 % frente a los 705.231 registrados en el mismo período de 2015, año en que Brasil enfrentó su peor epidemia de la enfermedad, con 1,65 millones de casos.
Pese al aumento del número de casos, el de muertes se redujo desde 427 en los tres primeros meses de 2015 hasta 140 en el mismo período de este año.