Esquivel fue presidente de la Federación Venezolana de Fútbol de 1988 a 2015 y era vicepresidente de la Conmebol al momento de ser detenido en marzo pasado. Los cargos que enfrenta están relacionados con sobornos a cambio de conceder los derechos de transmisión y comercialización de torneos internacionales.
Además, Esquivel aceptó pagar cerca de 16 millones de dólares. El exfuncionario de la FIFA enfrenta hasta 20 años de prisión por cada cargo y hace parte de los ejecutivos de esa organización que están siendo acusados en Estados Unidos.
El actual presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, Laureano González, le dijo a CNN que no podía hacer ningún comentario al respecto porque no tenía información sobre los motivos o las condiciones bajo las cuales Esquivel se declaró culpable. Añadió que vio la noticia en Twitter, pero que no ha podido hablar con él o con sus abogados desde el arresto.