Un juez penal de Bogotá fijó en «660 meses de prisión» la condena a este político de 58 años, según supo de la Secretaría de Juzgados Especializados. Gómez fue elegido para el período 2012-2015 por el partido Cambio Radical, que lidera el vicepresidente Germán Vargas Lleras, cargo al que renunció en febrero de 2014.
El exgobernador, preso desde 2013, fue sentenciado este lunes por el homicidio de la exalcaldesa de la localidad guajira de Barrancas Yandra Brito; su esposo, Henry Ustáriz; y su escolta Wilfredo Fonseca, luego de que la Fiscalía pidiera en noviembre la pena máxima de 60 años de reclusión. Según la investigación, Gómez ordenó el crimen de Ustariz y Fonseca, ocurridos el 2 de abril de 2008 en una carretera a Barrancas, porque el marido de la exalcaldesa se negaba a entregar al exgobernador dinero que éste le exigía por apoyarlo políticamente.
Brito denunció en julio de 2008 que el autor de la muerte de su esposo y el escolta era Gómez, «quien al parecer habría contado con el apoyo de la delincuencia de la región», de acuerdo con un comunicado de la Fiscalía.
El ente acusador también encontró culpable a Gómez del asesinato de Brito, el 28 de agosto de 2012, con una ráfaga de fusil en el barrio Guatapurí, de Valledupar, en el departamento de Cesar, vecino de La Guajira, «para que no continuara investigando sobre el homicidio de su esposo».
En la pesquisa se halló evidencia de la relación de Gómez con Marcos de Jesús Figueroa, alias Marquitos, un conocido narcotraficante de La Guajira, investigado por un centenar de homicidios, para «contrarrestar el poder político de sus oponentes», entre quienes se encontraba Brito.
Gómez fue detenido en octubre de 2013, cuando aún ocupaba el cargo, por su posible participación en el asesinato del concejal de Barrancas Luis López Peralta, en 1997, y las muertes de dos campesinos en 2000.
La Fiscalía no ha informado sobre este proceso ni sobre otros casos abiertos contra el exgobernador.
En 2015, el periodista Gonzalo Guillén declaró a la Fiscalía que según relatos de testigos y familiares de víctimas, Gómez y Figueroa son responsables de orquestar «por lo menos 131 homicidios».
Además de las acusaciones de homicidio y vínculos con paramilitares, Gómez también ha sido señalado por supuestas amenazas a varios columnistas y analistas políticos, que incluso tuvieron que salir en varias ocasiones de Colombia para preservar su seguridad.