Ramón Saúl Sánchez, presidente de la organización, explicó hoy a Efe que hay muchos motivos para creer que el faro, una estructura de hierro anclada en 1880 en el suelo marino, hace parte del «territorio estadounidense».
La discusión es si estos 19 inmigrantes que llegaron el viernes pasado en una embarcación a inmediaciones del archipiélago de los Cayos de Florida, y se subieron a un faro ante el asedio de la Guardia Costera, podrán acogerse a la Ley de Ajuste Cubano de 1966.
Para ello hay que establecer primero si la torre American Shoal Light, al este de los cayos Saddlebunch, a unos 11 kilómetros de Cayo Hueso, es considerada «territorio» de EE.UU.
Según la política «pies secos/pies mojados», los cubanos que tocan territorio en EE.UU. se pueden quedar en el país, pero aquellos que son interceptados en el mar antes de alcanzar la costa son deportados a la isla.
«Estamos pidiendo a la corte que diga si el faro es parte integral del territorio de Estados Unidos, y si lo es, no los pueden repatriar», aseguró Sánchez.
El Movimiento Democracia está utilizando como precedente un caso similar en el que 15 inmigrantes cubanos que llegaron en 2006 a una estructura aislada del puente de las Siete Millas en los Cayos de Florida, en el extremo sur del estado, pudieron permanecer en Estados Unidos.
Dicha estructura fue considerada «parte integral de Estados Unidos, explicó Sánchez, quien para entonces hizo una huelga de hambre para presionar la estadía de sus compatriotas.
Sánchez aseguró hoy que los 19 cubanos no deben ser repatriados, al considerar que muchas situaciones hacen del faro territorio estadounidense, empezando por su nombre y su declaración como monumento histórico de EE.UU.
Precisó que esta estructura de más de 32 metros de altura está en aguas jurisdiccionales de Estados Unidos, anclada al subsuelo, que es la plataforma continental del país, y que su mantenimiento está a cargo del Gobierno federal.
Por otro lado, Sánchez señaló que se desconoce el nombre de los 19 cubanos que aún permanecen en un buque de la Guardia Costera, donde las autoridades migratorias recolectan su datos mientras se aclara su situación legal.
«Vamos a ver en las próximas semanas un incremento vertiginoso de la inmigración desde Cuba debido a que el Gobierno de Cuba no le está permitiendo el empoderamiento económico de los ciudadanos cubanos», señaló el directivo del exilio.
Sánchez, quien expresó que al parecer otra veintena de cubanos salió a la par con el grupo del faro, manifestó que el régimen de la isla «los asfixia y por eso se mandan al mar».
El pasado año fiscal, entre el 1 de octubre de 2014 y el 30 de septiembre de 2015, más de 43.000 cubanos llegaron a EE.UU. por la frontera con México y los aeropuertos y puertos del país, lo que supuso un aumento de más del 77 % con respecto del periodo anterior, según del servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Entre tanto, la Guardia Costera de EE.UU. ha interceptado en el Estrecho de Florida a más de 3.500 cubanos en lo que va del presente año fiscal.
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, concretado en julio pasado con la reapertura de embajadas, ha suscitado el temor a que se eliminen las ventajas migratorias a los cubanos y, según expertos en inmigración, ello ha propiciado un nuevo éxodo de la isla.