Apenas el 20 de este mes había cumplido los 97 años y, como confirmó su hijo César Larrea Araujo, murió en una casa de cuidados paliativos, en el sector San Camilo.
Allí permaneció durante la última semana de vida, luego de haber estado hospitalizado. A decir de su hijo, el deceso se debió a «la lógica de la vida» y a la depresión tras la muerte de su esposa, Fabiola Araujo, hace apenas un par de meses.
En diciembre cumplirían 70 años de matrimonio, en el que procrearon cuatro hijos. Él lo recuerda como un hombre siempre muy fuerte. César Larrea trabajó en el Grupo El Comercio durante 47 años, recordó su hijo.
Empezó como mensajero nocturno y luego, «bajo la guía de los grandes periodistas de la época se formó como periodista y también obtuvo el título formal como comunicador».
En 1959, Larrea hizo la invitación al público capitalino para que participara en la primera Serenata Quiteña, organizada por el vespertino Últimas Noticias.
Esa serenata, para 1962, se transformó en la Fiesta Quiteña, que ha evolucionado hasta la masiva celebración de años recientes.
Los restos de César Larrea son velados en la funeraria Monteolivo, en Quito.
La misa de cuerpo presente se efectuará mañana en ese mismo lugar a las 12:00 , luego, se procederá a su sepelio.
Fuente: El Comercio