Las investigaciones de la Policía de Phoenix apuntan a que el atacante, quien pudo fallecer en el suceso, era el hermano o hijo de una de las víctimas, de las que no han facilitado detalles de su identidad.
En el lugar de los hechos murieron tres personas y dos más, una mujer de unos 20 años y una niña de entre 10 y 12 años, fueron llevadas a un hospital local, donde fallecieron posteriormente.
Además, uno de los oficiales que acudió al lugar tuvo que ser trasladado a un hospital local por inhalación de humo.
El sargento Trent Crump dijo a Efe que los cuerpos se descubrieron después de que esta madrugada los bomberos y la Policía de Phoenix y Glendale recibieron una llamada de emergencia en la que se les alertó que se había desatado un incendio en una vivienda.
«Cuando los oficiales llegaron y trataron de apagar el fuego y rescatar a la gente que estuviera adentro alguien comenzó a dispararles desde el segundo piso», dijo el oficial.
A pesar de ello, los bomberos lograron apagar el incendio, pero pronto un segundo fuego se inició en otra parte de la vivienda.
El alcalde de Ciudad de Phoenix, Greg Stanton, dijo que se trató de una «increíble tragedia» de «inexplicable violencia» y agradeció en conferencia de prensa el trabajo hecho por los policías y bomberos que respondieron a esta llamada.