Esa presión emocional mantiene asilado en un hospital a Héctor Villacís, de 61 años, padre de Óscar (desde este jueves 19 de abril). «El miércoles estuvo muy estresado. Pasó llorando y muy callado. De pronto en la noche le vino un dolor de estómago; no había querido comer», expresó Blanca Bastidas, familiar.
Bastidas agregó que ese cuadro de salud empeoró en la madrugada de este jueves y muy temprano tuvieron que llamar a los coordinadores de la Dirección de Salud de Santo Domingo, quienes enviaron una ambulancia lo trasladó al hospital Gustavo Domínguez.
La angustia de no saber nada de su hija, también mantiene con la presión alta a Adelaida Pinargote, de 41 años. «Mi madre está angustiada y eso le ha disparado la presión», manifestó una de sus hijas, hermana de la secuestrada, quien no quiso revelar su nombre. Dijo sentir miedo.
«Hemos estado recibiendo la atención médica necesaria no solo para mi mamá sino para todos nosotros. Somos siete hermanos, seis mujeres y un varón, que estamos mal. Katty es la cuarta entre nosotros», comentó, ante la atenta mirada de dos policías de civil que se ubicaron a pocos pasos, en la esquina de la vivienda donde habitan.