“Les exijo que por favor me permitan, con todo el dolor que tengo en mi alma, que mi hijo sea reconocido, si de verdad está en la morgue”, clamó la madre, Aminta Pérez, en un video publicado en la cuenta de Twitter de la esposa del piloto, Dana Vivas.
De luto, llevándose la mano a la frente por el agobio, la mamá de Pérez, quien vive en México con Vivas y los tres niños de la pareja, dijo querer “recuperarlo para darle cristiana sepultura”. “Si no lo permiten para mi está vivo”, agregó. Militares y policías mantenían cerrado el acceso a la Morgue de Bello Monte, principal de Caracas (sureste) .
A Aura Pérez, tía del piloto, le permitieron ingresar: “Vine a reconocer el cuerpo de mi sobrino y exigir que me lo entreguen. Lo enterraremos aquí en Caracas, donde nació”, declaró. Parientes de los otros muertos también llegaron. “Pido encarecidamente (…) al presidente Maduro, con todo mi dolor y el de mi familia, que por favor, por el derecho que nos corresponde, se respete nuestro dolor y dejen de obstruir y nos entreguen el cuerpo de mi hijo”, clamó llorosa Zeila Agostini, madre de Abraham Agostini.
Rodeada de una comisión de parlamentarios opositores que investiga los hechos, Agostini, sostuvo que su hijo “murió como un héroe” y que se enroló en el grupo de Pérez –señalado por el gobierno de «terrorista» — por la grave situación del país. “Mamá esto está mal, me da coraje, me da impotencia que el pueblo de Venezuela esté lleno de miedo, pero así tenga que dejar mi vida voy a ir a luchar por mi país”, aseguró la mujer que le dijo su hijo.
El operativo se desarrolló en las afueras de Caracas siete meses después de que Pérez, exagente policial de 36 años, atacara desde un helicóptero edificios gubernamentales, en medio de una ola de protestas contra Maduro que dejó unos 125 muertos entre abril y julio de 2017.
Fuente: El Comercio