El programa, que comienza este mes, es uno de los primeros esfuerzos para evaluar un «ingreso básico universal». Los participantes recibirán 560 euros (587 dólares) por mes, dinero garantizado independientemente del salario, la riqueza o el estatus del empleo.
La idea es que un ingreso universal le ofrece a los trabajadores una mejor seguridad, especialmente en una época en la que los avances tecnológicos reducen la necesidad del trabajo humano. También le permitirá a los desempleados escoger trabajos esporádicos sin perder sus beneficios.
El programa inicial tendrá una duración de dos años. Los participantes fueron seleccionados al azar, pero tenían que estar recibiendo beneficios de desempleo o subsidios para bajos ingresos. El dinero pagado a través de este programa no será sujeto de impuestos.
Si este programa es exitoso, se podría expandir para incluir a todos los adultos finlandeses.
El gobierno finlandés piensa que la iniciativa podría ahorrar recursos económicos a largo plazo. El sistema de beneficios sociales del país es complejo y caro de manejar, y simplificarlo podría reducir la costosa burocracia.
El cambio también podría animar a más desempleados a buscar trabajo, dado que no tendrían que preocuparse de perder los beneficios de desempleo. Algunos trabajadores desempleados actualmente evitan los trabajos esporádicos dado que incluso un salario bajo podría resultar en que les sean cancelados estos beneficios.
«Las ganancias incidentales no reducen el ingreso básico, así que el trabajo y el auto empleo valen la pena sí o sí», dijo Marjukka Turunen, la cabeza de la unidad legal de Kela, la agencia de seguridad social finlandesa.
La idea no es solo de Finlandia.
Los defensores apuntan a la ciudad italiana de Livorno, que dio inicio en junio a un programa de ingreso básico garantizado para las cien familias más pobres de la ciudad. El esquema se extendió desde este domingo a cien familias más. Están recibiendo 500 euros (525 dólares) por mes.
Programas piloto están siendo discutidos también en Canadá, Islandia, Uganda y Brasil.
El año pasado, Suiza consideró darle a cada ciudadano adulto un ingreso garantizado de 2.500 dólares por mes, pero el plan fue rechazado en un referendo. Más del 75 por ciento de los votantes se manifestaron en contra de la medida.
El mejor ejemplo de un programa de ingreso garantizado se podría ver en Estados Unidos. Alaska le ha estado dando pagos anuales a todos sus residentes desde los ochenta, un dividendo de las ganancias petroleras del Estado.
El grupo Red Global para el Ingreso Básico (BIEN, por sus siglas en inglés), lo describe como el primer «sistema universal y genuino de ingreso básico».