«Habiendo personas desaparecidas, nosotros no podemos descartar otras personas fallecidas», señaló Marcelo Sobrino, fiscal general del Departamento Judicial de la ciudad Azul, que abarca a la localidad de Olavarría, 360 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, donde tuvo lugar la tragedia.
En declaraciones a radio La Red, Sobrino reveló que no cuentan con un registro de desaparecidos, pero sí con las denuncias de otros asistentes y familiares.
Incluso, hay iniciativas en las redes sociales para recopilar testimonios y fotografías a fin de localizarlas.
Con este mismo objetivo, unos 500 policías de la provincia de Buenos Aires, acompañados de efectivos de la Gendarmería argentina y la Policía Federal, realizan un operativo de rastrillaje en la localidad.
Según concretó el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, en una entrevista con radio Continental, las autoridades ya encontraron a tres personas pero al menos otras tres permanecen todavía en paradero desconocido.
Mientras tanto, la Justicia continúa investigando las circunstancias del concierto en el que se estima que hubo unas 180.000 personas más de las 170.000 que inicialmente estaban previstas.
Pese a las advertencias del público y del propio cantante, que se vio obligado a interrumpir su actuación varias veces, una oleada de gente sobrepasó a los encargados de seguridad y provocó una avalancha que presionó a los asistentes de las primeras filas y que pudo haber causado la muerte de los dos hombres y decenas de heridos.
Según confirmaron fuentes médicas a la agencia estatal Télam, las tres personas que continúan hospitalizadas este martes (dos en Olavarría y una en Azul) «evolucionan favorablemente».
El domingo, la fiscal del caso, Susana Alonso, tomó declaración como testigo al cantante, quien hasta el sábado llevaba un año retirado de los escenarios por la enfermedad de Parkinson que padece, y este martes ordenó allanar la sede de la productora en busca de información sobre la venta de entradas.
En ese sentido, Ritondo reveló que en el expediente figura que la empresa «firmó que la cantidad de entradas que iba a vender eran 155.000», muy lejos de las 400.000 personas que se calcula que hubo en el lugar.
Solari, exlíder de la mítica banda «Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota», deslindó de responsabilidad a la productora y relató cómo desde el escenario trató de llamar a la calma al ver peleas e incidentes entre el público.
Desde la Municipalidad de Olavarría, sin embargo, insisten en que quienes debían supervisar lo que ocurría dentro del predio «La Colmena», donde tuvo lugar el concierto, es la productora.
Con ellos coincide Sobrino, quien este martes apuntó que «las responsabilidades del organizador de cualquier evento son claras».