Hasta ese día se conocía de cinco casos, pero la fiscal provincial de Guayas, Patricia Morejón, informó que se estima que hay un centenar de víctimas de este delito en el plantel, ubicado en la vía a Daule, en el norte de Guayaquil. No solo de este año lectivo, sino también de años anteriores.
«El tema es muy delicado y estamos muy preocupados», expresó. ‘Clara’, madre de un niño del grado de los niños afectados, manifestó que no envía a su hijo a la escuela por temor y que hay infantes que por la misma razón piden no ir a la escuela.
Érika Lainez, subsecretaria de Educación de la Zona 8 (Guayaquil, Durán, Samborondón), indicó que se está investigando si se han seguido los protocolos establecidos para este caso y de ser necesario se tomarán las sanciones administrativas correspondientes.
Esto a propósito de las declaraciones de César Peña, fiscal encargado de la investigación, quien aseguró que el viernes 6 de octubre cuando llegaron al colegio a realizar el allanamiento le impidieron el caso y debió trepar paredes. La funcionaria estuvo la mañana de hoy en el plantel educativo y enfatizó que «nosotros repudiamos todo acto de violencia.
Les hemos garantizado a los padres que vamos a intervenir y queremos devolverles la confianza. No vamos a dejar en la impunidad este caso». La madre de un niño de siete años fue la primera en denunciar el hecho. Su vástago le contó cómo unos profesores lo encerraron en un baño con otros niños y los agredieron sexualmente. Además los grabaron con un teléfono celular.
Fuente: El Telégrafo