El auditorio de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) está listo para recibir el martes, 29 de agosto del 2017, al vicepresidente Jorge Glas Espinel. El funcionario ocupará la zona derecha del estrado, el lugar donde se ubican los sospechosos de un delito. Desde ahí escuchará los indicios hallados por la Fiscalía para procesarlo por posible asociación ilícita.
La Policía desplegará al menos 30 agentes de la Unidad de Mantenimiento del Orden en los exteriores del edificio judicial (norte de Quito). La idea es evitar posibles confrontaciones entre los seguidores del Vicepresidente y opositores, dijeron ayer voceros de la CNJ. La audiencia está prevista que se inicie a las 08:30, en el octavo piso del edificio.
Junto a Glas estará su abogado principal, Eduardo Franco, exjuez de la CNJ, entre el 2005 y el 2006. El lunes, el exmagistrado habló con EL COMERCIO y dijo que desvirtuará los 10 indicios que dijo haber hallado la Fiscalía para procesar al funcionario. “(Glas) es absolutamente inocente. No hay ninguna prueba que haga presumir que el Vicepresidente es cómplice o autor del posible delito de asociación ilícita”, dijo Franco.
Esta mañana, una vez que el fiscal general Carlos Baca Mancheno vincule oficialmente a Glas en el proceso, como se anunció hace una semana, deberá solicitar al juez una o más medidas cautelares en su contra, para garantizar que asista al resto de diligencias. El Código Integral Penal (art. 522) fija cinco tipos de modalidades para asegurar la presencia de los procesados en las investigaciones.
En esa lista aparecen la prohibición de salida del país, la obligación de presentarse periódicamente ante las autoridades judiciales, el arresto domiciliario, el uso de vigilancia electrónica o la prisión preventiva.