La misión de los uniformados galos «consistirá en producir, analizar y distribuir agua potable a las poblaciones afectadas por el seísmo», informó en un comunicado el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve.
Estos efectivos se sumarán a los tres oficiales que Francia ya tiene desplegados sobre el terreno, añadió el ministro.
«El destacamento llevará consigo 16 toneladas de material», agregó la nota de Interior.