Habrá un toque de queda de 9 de la noche a 7 de la mañana a partir de esa fecha. Las vacunaciones comenzarán a fines de diciembre y comienzos de enero para los más vulnerables. “No serán obligatorias”, a pesar de la resistencia de muchos franceses a dárselas. Francia ha pasado la barrera de 50.000 muertos por el virus.
El presidente anunció una buena noticia para los comercios “no esenciales”: una medida para bajar la cólera, la frustración y la quiebra en masa. Podrán abrir desde el sábado, cuando sus cajas están exhaustas y se acerca una Navidad distinta, pero que podrá ser en familia. Protocolo sanitario reforzado. La ocupación será de una persona por 8 metros cuadrados, con horarios prolongados en los comercios.
“El pico de la segunda ola ha pasado”, dijo el presidente.
Un alivio para tanto encierro: se permitirá la actividad física y caminatas en un radio de 20 kilómetros y durante 3 horas y se autorizarán las actividades extraescolares al aire libre. Hasta ahora solo se podía caminar hasta un kilómetro de la casa. Pero se necesitará autorización para otros movimientos durante la noche, no en el día y hay que evitar los desplazamientos innecesarios. Los lugares de culto serán abiertos.
Los restaurantes, bares, discotecas y gimnasios permanecerán cerrados porque son lugares de alta contaminación. Pero recibirán una ayuda de 10.000 euros por mes o el 20 por ciento de sus cifras de negocios del año 2019.
«La vuelta a la normalidad no es para mañana», prosiguió Macron, convencido de que «podemos controlar la epidemia a largo plazo».
“Las primeras vacunaciones se realizarán a finales de diciembre”, aseguró.
El presidente anunció la organización de una campaña de vacunación rápida. «Las autoridades sanitarias definirán los arreglos prácticos para el despliegue de la vacuna en hospitales y residencias de ancianos», dijo.
“Las personas más ancianas y frágiles serán vacunadas a partir de finales de diciembre y principios de enero. Se presentarán los pasos para permitir la vacunación de la mayor cantidad de personas posible», señaló, en hospitales y consultorios médicos.
Emmanuel Macron quiere «asegurar el número de dosis. Lo hemos hecho con la Unión Europea y la Comisión Europea comprando a los productores, lo que nos permite producir tanto como sea posible en Europa”, dijo. Las primeras vacunas pueden administrarse previa validación de las autoridades sanitarias competentes.
“Un comité científico se encargará de monitorear estas vacunaciones. La vacunación debe hacerse de manera clara y transparente, compartiendo en cada etapa toda la información que conocemos y la que desconocemos ”, continuó. «No haré que la vacunación sea obligatoria», afirmó.
Nota Original: El Clarín – LINK