La presidenta del Parlamento, Gabriela Rivadeneira, expresó que con la condecoración “Manuela Sáenz”, Ecuador reconoce “la estatura continental de una mujer que ha impulsado con fuerza el proyecto integracionista latinoamericano”.
En su intervención recordó que la ex mandataria lideró en su país un “ciclo histórico progresista de reparación ética y social que supo ir a contramano de los diagnósticos y recetas del pensamiento hegemónico”, al tiempo que le agradeció por el apoyo dado al Ecuador durante el intento de desestabilización a la democracia el 30 de septiembre de 2010.
La titular del Legislativo destacó la posición firme de Cristina Fernández y su esposo, Néstor Kirchner, para construir una política pública orientada a corregir desigualdades, garantizar la vigencia de derechos, sepultar el proyecto neocolonial del ALCA y dar paso a una mayor apuesta estratégica y geopolítica al afianzar la Unasur.
“Hay una línea de coherencia en cada una de las batallas que Néstor y Cristina libraron. Y en cada batalla enfrentaron a un adversario poderoso. Es una línea de coherencia que nace de una convicción que compartimos”, dijo.
Rivadeneira enfatizó que los proyectos políticos de expansión de la democracia y la justicia social que han desafiado el poder de las élites y han abrazado un ideario común de unidad regional, vienen sufriendo una ofensiva sistemática por parte de un entramado de intereses y poderes articulados en lo que nuestro presidente Rafael Correa ha denominado, acertadamente, el “nuevo Plan Cóndor”.
La titular del Legislativo enfatizó que los logros del gobierno de Cristina Fernández ahora son “invisibilizados” por los medios de comunicación hegemónicos y los grupos de poder. Entre estos logros están la generación de seis millones de puestos de trabajo, la reducción histórica de la tasa de desempleo, la universalización de la jubilación (97%), y la creación de 19 nuevas universidades.
Recordó además la propuesta realizada por la ex mandataria de denunciar los llamados “fondos buitre”, y los paraísos fiscales, que afectan y debilitan las economías de los países, fue respaldada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en resolución de septiembre de 2014, para proponer la reestructuración soberana de deudas de los países.
“Hay desagravios y descalificaciones de quienes cuestionan los procesos progresistas de la región pero en la lucha y en el nombre de Cristina se agolpan, se condensan, las batallas y los sueños de varias generaciones, incluyendo la nuestra”, reconoció.
Las visiones progresistas de Ecuador y Argentina, dijo, comparten la construcción de una plataforma común de derechos y la apuesta decidida por la integración y la unidad latinoamericana, desafiando a los intereses de las élites, articuladas bajo la agenda de la potencia tradicionalmente hegemónica.
En este sentido se pronunció por la necesidad de enfrentar el nuevo “Plan Cóndor” que busca debilitar a los gobiernos progresistas con la concentración de medios de comunicación, la instrumentalización de la justicia, así como la cooptación de los parlamentos, como en el caso de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, en Brasil.
Por ello, la principal del legislativo, reafirmó que “desde este Parlamento, tenemos el desafío de garantizar la gobernabilidad de la nueva etapa del ciclo progresista y evitar que desde este espacio se monte la estrategia destituyente y golpista de los agentes de la restauración conservadora”.
La presidenta del Parlamento ecuatoriano también recordó que en el pasado, gobiernos neoliberales del Ecuador condecoraron al ex dictador chileno Augusto Pinochet. “Mientras la casta política conservadora de este país premió al mayor emblema de la tortura, el secuestro y la muerte, nosotros condecoramos a la mujer que con su política de memoria, verdad y justicia contribuyó a recuperar a los nietos buscados por nuestras queridas Abuelas de Plaza de Mayo”, reconoció.
Al salón del Pleno “Nela Martínez” llegaron como invitados líderes de más de 80 organizaciones sociales y políticas de toda América Latina, además de asambleístas, embajadores, y funcionarios de Estado. En la mesa principal, estuvieron Gabriela Rivadeneira, Cristina Fernández de Kirchnner; Ricardo Patiño, Ministro de Defensa; Rosana Alvarado, vicepresidenta de la Asamblea; Delcy Rodríguez, canciller de la República Bolivariana de Venezuela; y Piedad Córdoba, lideresa y activista colombiana.
La condecoración “Manuela Sáenz” es entregada por el Parlamento de Ecuador como la máxima distinción de la Legislación a ex mandatarios que se distinguen por su trabajo en beneficio de sus pueblos.