La detección de uno de los artefactos lo hizo un equipo conformado por personal de la institución policial y las Fuerzas Armadas, a las 10:30, mientras realizaba labores de patrullaje.
En el sitio fueron desplegados agentes especializados del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), quienes procedieron a cercar y asegurar el perímetro para realizar un reconocimiento visual sistemático, apoyados de un drone y de canes detectores de sustancia explosivas, indica un comunicado de la Policía.
Los agentes encontraron cables color blanco sujetos a unos objetos embalados con cinta adhesiva, «por lo que se realizó una remoción a distancia». Además, una batería de nueve voltios cubierta con cinta adhesiva, estos objetos se trataban de switches artesanales para contacto por presión.
Tras una segunda remoción a distancia, los agentes del GIR hallaron un contenedor plástico de un litro de capacidad, que contenía aproximadamente 2 kilogramos de una substancia explosiva, 20 cm. de cordón detonante cebados a una capsula detonante eléctrica; «determinando que se trataba de un tipo de mina antipersonal».
Luego, indica el comunicado, se realizó un barrido visual y se hallaron otros cuatro artefactos con el mismo sistema, los cuales estaban enterrados a una distancia aproximada de cinco metros cada uno. Todos fueron neutralizados.
En total fueron cinco artefactos explosivos improvisados con un sistema de switches artesanales por presión (tipo mina), recalca el comunicado. Al lugar acudió personal de Criminalística, «que realizaron la fijación y levantamiento de los indicios para posterior evacuar del sitio debido a las condiciones climatológicas», finaliza.
Fuente: El Telégrafo