El proyecto concluirá en julio que destrabará el principal cuello de botella que conecta la Panamericana Norte y la Simón Bolívar, además paulatinamente se fueron habilitando los pasos deprimidos para generar soluciones al tráfico.
“La rampa tres ya fue habilitada a fines de diciembre del 2015, funcionó bien unas semanas y se cerró nuevamente por la construcción del paso elevado del intercambiador. Están listos los cajones por donde pasará el paso superior por tanto se abrió a la circulación el giro izquierdo de manera definitiva”, indicó el alcalde Mauricio Rodas.
Además se recuerda que técnicamente la obra es muy compleja, se hizo un desvío de colectores y se construyó un km de colector nuevo para evitar inundaciones, se hicieron nuevas conexiones de agua potable, alcantarillado y energía eléctrica en perspectiva integral no solo es una solución vial sino que mejora la calidad servicios básicos del sector. Más de 500 trabajadores laboran en el intercambiador Carapungo y la prolongación de la Simón Bolívar que se extiende hasta Maresa (Mitad del Mundo).