«Este ya no es un proyecto, es una hidroeléctrica operando», subrayó el funcionario sobre la central que requirió para su construcción una inversión acumulada equivalente al 2,2% del PIB ecuatoriano.
En el acto, Glas sostuvo que «Coca Codo Sinclair representa un cambio estructural y definitivo para el país». Añadió que las 4 primeras turbinas generarán 750MW de energía limpia y renovable. «Desde aquí saldrá la energía para dar ese salto hacia el desarrollo, al futuro de producción y empleo», recalcó.
El Vicepresidente manifestó que «por su importancia histórica, Coca Codo Sinclair solo puede ser comparada con el Tren de Alfaro».
De su lado, el ministro de Electricidad y Energía Renovable, Esteban Albornoz, manifestó que la hidroeléctrica es la más importante dentro del objetivo del cambio de la matriz energética.
Cuando se encuentre en pleno funcionamiento -en agosto de este año según lo planificado- Coca Codo Sinclair aportará 1.500 megavatios al Sistema Interconectado Nacional, es decir, cubrirá el 30% de la demanda doméstica de energía eléctrica.
Además de contribuir a la seguridad energética de Ecuador, el proyecto emblemático producirá ahorros para el país de $ 600 millones anuales, indicó Esteban Albornoz, ministro de Energía.
Coca Codo Sinclair no solo abastecerá de energía a las familias y empresas ecuatorianas. Según estimaciones del Ministerio de Energía, la central evitará emisiones anuales de CO2 por el equivalente a la contaminación producida por 1,2 millones de vehículos livianos.
Esta obra emblemática es parte de los 8 megaproyectos hidroeléctricos que el Gobierno comenzó a construir hace 7 años y que requirieron una inversión de $ 4.983 millones, aproximadamente.
Los otros proyectos emblemáticos son Mazar-Dudas, Manduriacu, Quijos, Delsitanisagua, Toachi-Pilatón, Minas San Francisco y Sopladora. En su conjunto, y con el aporte efectuado por el Coca Codo Sinclair, los megaproyectos le permitirán al país contar con el 90% de su energía a partir de fuentes renovables.
La hidroeléctrica Coca Codo Sinclair es una obra compleja de ingeniería en la cual, además de otras instalaciones menores, están integrados dos túneles de conducción para transportar agua con una distancia superior a 2,4 kilómetros, una casa de máquinas y un embalse compensador.
Gracias a este embalse, el agua que entrará en las turbinas recorre 800 metros de forma horizontal y 600 metros de forma vertical.