Varios testigos relataron que una persona con uniforme militar accedió al campamento, situado en el distrito de Wadajir, donde posteriormente se inmoló.
El ministro de Defensa somalí, Abdirashid Abdullahi Mohamed, confirmo el ataque terrorista y elevó la cifra de muertos a 13, mientras que un gran número de heridos están siendo atendidos en un hospital de la capital.
Al Shabab, que anunció en 2012 su adhesión formal a Al Qaeda y lucha por instaurar un estado islámico de corte wahabí en Somalia, reivindicó la autoría del ataque, en el que aseguró haber matado a más de 25 personas.
En los últimos meses, los terroristas han optado por una estrategia de confrontación directa y han lanzado varios ataques contra bases militares de la misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), lo que ha causado la muerte de centenares de soldados.
Además, decenas de civiles han muerto en ataques perpetrados contra hoteles y restaurantes de la capital, que se han convertido en objetivo constante del grupo terrorista.
En los últimos días, los ataques se han intensificado, especialmente después de que la semana pasada el presidente somalí, Mohamed Abdullahi «Farmaajo», declarara el «estado de guerra» para acabar con Al Shabab y ofreciera amnistía a los terroristas.
Al menos 15 personas murieron ayer domingo en Mogadiscio al estrellar un terrorista un coche bomba contra un convoy militar, en el que viajaba el nuevo jefe del Estado Mayor somalí, Ahmed Mohamed Irfiid, quien logró sobrevivir.
El pasado jueves, otras 17 personas, entre ellas cinco niños, que viajaban en un minibús murieron tras explotar una bomba en la región de Lower Shabelle, en el sur.
Pese a los esfuerzos del Ejército somalí y de las tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), Al Shabab sigue teniendo capacidad para efectuar acciones a gran escala tanto dentro como fuera del país, según un reciente informe de la ONU.