Guterres anunció en especial un “alto el fuego” en la estratégica ciudad portuaria de Hodeida, en el mar Rojo, donde transita gran parte de la ayuda humanitaria para Yemen. Hasta ahora habían fracasado todos los intentos de poner fin a la guerra en Yemen que ha dejado unos 10 000 muertos en cuatro años.
El gobierno yemení del presidente Abd Rabbo Mansur Hadi, es apoyado por Arabia Saudita, y los rebeldes hutíes, respaldados por Irán. El acuerdo anunciado el jueves prevé una retirada de las fuerzas gubernamentales y de los rebeldes de la ciudad y el puerto de Hodeida, controlado por los insurgentes hutíes, pero que es objeto de una ofensiva de la coalición árabe liderada por Arabia Saudita.
Esa retirada se producirá “en los próximos días”, según la ONU. Sin embargo, el ministro yemení de Exteriores dijo que ese acuerdo sobre retirada militar es “hipotético” hasta que se implemente de hecho. “Asumimos que la otra parte se retirará”, dijo Jaled Al Yamani. Ello demuestra la tenaz desconfianza persistente entre el gobierno y los insurgentes.
La ONU desempeñará un “papel clave” en el control de Hodeida, explicó Guterres, que anunció una nueva ronda de conversaciones a fines de enero de 2019 durante una ceremonia solemne en presencia de delegaciones del gobierno yemení y de los insurgentes hutíes.
Las dos partes convinieron también en facilitar la ayuda humanitaria a la ciudad de Taez, devastada por los combates. En cambio no hubo acuerdo sobre la reapertura del aeropuerto de la capital Saná, controlado por los rebeldes y cerrado desde hace tres años.
La situación humanitaria en Yemen, el país más pobre de la península Arábiga, ha empeorado día a día y hasta 20 millones de personas están actualmente amenazadas por la hambruna. El resultado de estas negociaciones podría ser presentado este mismo viernes al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, según la ministra sueca de Exteriores, Margot Wallström.
Arabia Saudita y el acuerdo
Arabia Saudita anunció que “apoya decididamente” el acuerdo entre las partes en conflicto. “El acuerdo anunciado hoy ayudará a devolver la seguridad a la región, incluido el Mar Rojo, una ruta marítima vital para el comercio internacional”, dijo el embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos, Jaled bin Salmán.
Es “un paso importante para aliviar la crisis humanitaria y alcanzar una solución política”, agregó el diplomático, hermano del príncipe heredero Mohamed bin Salmán, en una serie de tuits.
Según el embajador saudita, “solo una presión militar persistente de las fuerzas armadas yemeníes y la coalición árabe obligó” a los rebeldes “a aceptar” la propuesta de la ONU, que inicialmente habían “rechazado”. “Las negociaciones de Suecia lograron más de lo esperado”, afirmó por su parte a la AFP el International Crisis Group.
Para la ONG Mercy Corps en Yemen, los acuerdos anunciados en Suecia “solo son un pequeño paso”. Serán juzgados “según las acciones que se tomen en el terreno, no con base en declaraciones en un salón de conferencias”.
Yemen, una prioridad
“La comunidad internacional seguirá considerando a Yemen como un prioridad”, dijo este jueves la ministra sueca Margot Wallström.
Para alentar la reanudación del diálogo interyemení, roto desde hace más de dos años, Antonio Guterres había dejado momentáneamente la COP24 sobre el clima que se celebra en Polonia para reunirse con las delegaciones.
El enviado especial de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, había entregado a los beligerantes una batería de propuestas sobre un “marco político” con vistas a una solución del conflicto, la reapertura del aeropuerto de Saná, la recuperación de la economía y la situación en Hodeida. El martes, el gobierno yemení y los rebeldes anunciaron que crearon una lista con más de 15 000 prisioneros para un intercambio.
Los acuerdos anunciados este jueves van “a mejorar la vida de millones de yemeníes” se congratuló Guterres. Por otro lado, en Washington, el Senado estadounidense aceptó que se vote una resolución que vete el apoyo militar a Arabia Saudita en la ofensiva militar que lleva a cabo en Yemen. Esa votación se celebrará seguramente este jueves.
Arabia Saudita sigue sometida a una fuerte presión internacional tras el asesinato en octubre del periodista opositor saudí Jamal Khashoggi, en la sede del consulado de su país en Estambul.
Fuente: El Comercio – Nota original: LINK