Un hecho lamentable ocurrió el pasado fin de semana en un zoológico de Estados Unidos: un gorila en especie de extinción fue asesinado para salvarle la vida a un niño de tres años.

El penoso suceso ocurrió en el zoológico de Cincinnati (Ohio, norte de EE.UU.), el pasado sábado 28 de mayo, donde los guardias del zoológico dispararon y mataron a un gorila después de que este atrapara a un niño de tres años que cayó en la fosa que rodeaba su recinto.

Thane Maynard, director del zoológico de Cincinnati, le dijo a la prensa que el niño cruzó la barrera y cayó en el hábitat del animal. Posteriormente, Harambe, un simio de 17 años y 180 kilos se aproximó al menor ante la mirada atónita de las personas que presenciaban el hecho.

El gorila arrastró al niño alrededor del foso y lo subió a una escalera durante 10 minutos, mientras el equipo de respuesta a animales peligrosos del zoológico decidía a contrarreloj qué acciones tomar. Tras considerar que la vida del menor corría peligro, las autoridades del zoológico decidieron abrir fuego contra el simio.

«La razón por la que no se decidió dispararle un tranquilizante al animal, es porque en una situación como esta la droga puede tardar mucho en hacer efecto (…) el niño no era atacado, pero en situaciones como estas todo puede pasar y definitivamente estaba en riesgo», explicó Maynard, y añadió que «es un día triste para todos», pero aseguró que «se tomó la decisión correcta».

El pequeño fue trasladado al hospital infantil de Cincinnato con heridas menores.

Quieren que se castigue a los padres del menor

El trágico hecho en el zoológico causó muchas críticas de defensores de animales, y ciudadanía en general, pues consideraron que la decisión de acabar con la vida de Harambe no era necesaria. Por ello, miles de personas han firmado una petición en apoyo a la propuesta de castigar a los padres del niño.

Los firmantes de la petición solicitan que «los padres sean responsabilizados de la falta de supervisión y negligencia que condujeron a la muerte del animal». Asimismo, la propuesta insiste en que es necesario «estudiar el entorno familiar del niño para protegerlo de futuros incidentes de negligencia por parte de sus padres».