En el incidente más reciente, los guardias detuvieron el jueves a seis marroquíes que cruzaban hacia el noreste de Polonia desde Kaliningrado, una de las sedes del Mundial, a través de una zona en la que no hay un punto de cruce formal. Todos fueron enviados nuevamente a Rusia el fin de semana.
Los guardias fronterizos han estado patrullando con mayor cuidado la zona desde el inicio del Mundial y han detenido a ciudadanos de Nigeria, Marruecos, Argelia y Yemen que tenían los denominados ‘Fan ID’, un documento que Moscú acepta para entrar al país durante el Mundial sin necesidad de visas.
Rusia comparte frontera con varios países en la zona Schengen de 19 naciones de la Unión Europea, dentro de la cual se puede transitar entre países sin controles.
Desde que el ingreso de los inmigrantes se disparó en 2015, cuando más de un millón de refugiados llegaron al bloque, los líderes de la UE han estado en desacuerdo sobre cómo manejarlos.
Polonia, que es miembro de la Unión Europea y de la zona Schengen, se ha negado a recibir inmigrantes.