El Primer Mandatario hizo una analogía de las protestas con la paja y el trigo. Con el trigo se refirió a que en Ecuador hay causas justas para los reclamos desde los sectores más empobrecidos. No obstante, dijo que la paja «está en fabricar una protesta violenta con fines políticos para derrocar a un gobierno legalmente constituido».
Señaló que hubo tres actores que buscaban derrocarlo: el expresidente Rafael Correa, parte del movimiento indígena y el narcotráfico.
«Esta es una alianza con el correísmo y en esta alianza participa un tercer actor, que es el que pone el dinero para las protestas, que habrán costado cerca de USD 15 millones durante 18 días. Este actor es el narcotráfico en el Ecuador. Esa es la paja. Ese es el accionar político de un ex presidente sentenciado por corrupción, que vive prófugo en Bélgica, que busca alterar el orden público, aliado con determinados líderes políticos que utilizan a los indígenas como una suerte de parapeto para decir ‘esto es una protesta social’», expresó.
Asimismo, habló del intento fallido de destitución impulsado por el bloque correísta en la Asamblea. Y agregó que la acción en las calles coordinada tanto por Leonidas Iza, presidente de la Conaie, como por Rafael Correa «buscaba la desestabilización del país».
El presidente Lasso hace estas declaraciones en el inicio de la conformación de mesas técnicas entre el Gobierno y los movimientos indígenas. Mesas técnicas que se acordaron en un Acta de Paz que dieron fin al paro nacional que duró 18 días.
Fuente: El Comercio – Nota original: LINK