El exministro de Gobierno consideró que, dentro del ámbito político, las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo deben ser cruciales, a pesar de los roces que puedan tener a lo largo de su gestión.
En ese sentido, cuestionó al presidente Daniel Noboa por friccionar sus vínculos con las bancadas de la Asamblea, cuando inicialmente, aseguró que no sería oposición a ninguna organización política.
“El presidente Noboa dijo que no creía en los ‘anti’, y ahora resulta que está peleado, en la práctica, con medio Congreso”, dijo.
Sobre este tema, señaló que el resquebrajamiento de las relaciones entre el Gobierno y el Parlamento iniciaron con la captura de
Jorge Glas de la Embajada de México en Quito, la cual era considerada una “moneda de cambio política”.
A esto, se le sumaron los tiempos electorales, que impidieron que la unidad se mantenga dentro del Legislativo, por optar por intereses particulares de las organizaciones políticas.
“Hay muchas veces que es la Asamblea la que dispara primero”, sostuvo.
Por otro lado, hizo un llamado a que las diferencias entre dichos poderes del Estado no escalen al punto de torpedear el accionar de las instituciones.
“Mientras haya oposición de alternativas firme, mientras la dureza no se convierta en bajeza, mientras no se caiga en la conspiración. Ese es parte del juego de la democracia”, enfatizó.
Eliminación de los subsidios
El exministro de Gobierno consideró que la decisión del Ejecutivo de eliminar el subsidio a los combustibles fue una medida positiva, que parte de una madurez política. Aclaró que, en gobiernos anteriores, su ejecución fue impedida por grupos políticos que querían “ver arder” el país, por egoísmo.
“Los gobiernos no deben tener ninguna consideración electoral para tomar una medida oportuna (…) no caben analogías, ni cálculos, ni reelecciones; se debe tomar lo correcto”, indicó.
Además, hizo un llamado al presidente Daniel Noboa a asumir el peso de dicha decisión, y focalizar el monto “ahorrado” en inversión social.
Imagen del Gobierno en The New Yorker
Cucalón enfatizó que las declaraciones del presidente Daniel Noboa en la revista The New Yorker fueron “desatinadas”, independientemente el contexto en el que se desarrollaron.
Asimismo, exhortó a respetar el trabajo de la prensa, sin considerar que reportajes, entrevistas y demás trabajos periodísticos son “ataques” al Gobierno.
“Hay que dejar esas teorías conspiranóicas de que cualquier crítica o editorial es para dañar al Gobierno”, señaló.
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