El reporte de las autoridades muestra que la sección 311 del Código Penal Pakistaní que fue incluida (en el RFI) lo que significa que el Estado demandó a Waseem Baloch, quien confesó en una conferencia de prensa el pasado domingo que drogó y estranguló a su hermana, y dijo estar orgulloso de sus actos.
La sección 311 dice que incluso si los familiares de la víctima (en este caso los padres de la mujer) perdonan al asesino, este no podrá ser perdonado.
“La inclusión de la sección 311 es un suceso muy raro”, según le dijo a CNN Sahar Bandial, un abogado basado en Lahore, en la India.
“Esta disposición fue insertada en el Código Penal en 2014 y se refería específicamente a asesinatos cometidos en nombre del honor. Bajo la ley Islámica el asesinato es un acto imperdonable, sin embargo, debido a esta cláusula es tratado como un crimen contra el Estado, los cuales son imperdonables”, dijo Bendial.
Los herederos legales no pueden perdonar al perpetrador del crimen o recibir ninguna compensación monetaria. El Estado interviene y se vuelve fiscal ya que el crimen es tan atroz que el este no permitirá que este delito se agrave, según explicó el abogado.
Qandeel Baloch fue asesinada por su hermano en la casa de su familia pues el hombre repudiaba el tipo de fotografías que publicaba en sus redes sociales.
Después de huir, el hermano de la estrella pakistaní de redes sociales fue detenido y confesó en un video que la policía presentó en una conferencia de prensa.
«Estoy orgulloso de lo que hice. La drogué primero, después la maté», dijo el hermano, Waseem Baloch. «Ella estaba deshonrando a nuestra familia».
La mujer de 25 años había saltado a la fama por sus atrevidos, y cada vez más políticos, videos en Facebook.
Sus videos no eran muy diferentes de los otros miles compartidos por las celebridades de los medios sociales en internet, sin embargo, en Pakistán, sus coquetas travesuras coquetas eran inusuales, empujando los límites de lo que es aceptable para las mujeres en el país.
Baloch era a la vez adorada y vilipendiada. Tenía cerca de 750.000 seguidores en Facebook, donde sus vídeos eran virales, pero también objeto de mucho debate y el malestar.
En las últimas semanas, varios de sus mensajes alentó a su audiencia para desafiar las viejas prácticas de la sociedad pakistaní.