El vehículo recibió el alto de los agentes «a la altura del Puente Internacional Rumichaca», donde estaba instalado un puesto de control, detalló la Policía colombiana en un comunicado.
Un perro entrenado revisó el automóvil y alertó con su reacción a los uniformados, que al inspeccionarlo hallaron «alteraciones notorias» en la parte trasera, donde encontraron un compartimiento clandestino en el que se escondían 100 paquetes.
El examen químico confirmó que la carga correspondía a 100 kilos de cocaína que, según las autoridades, «sería llevada vía terrestre desde el departamento de Nariño (en Colombia) hacia Ecuador con el fin de ser enviada vía marítima» a Centroamérica y Estados Unidos.
La Policía estima que con esta incautación se evita que unas 250.000 dosis lleguen al mercado internacional.