«La seguridad, sin lugar a dudas, es un asunto muy de actualidad. Aún queda mucho por hacer en ese terreno. Tenemos por delante la Eurocopa de Francia. Estoy seguro de que se tomarán todas las medidas de seguridad necesarias», dijo, según medios locales.
También se mostró «absolutamente convencido» de que las autoridades rusas pondrán todo de su parte para que la seguridad sea «del máximo nivel» en el Mundial que se celebrará del 14 de junio al 15 de julio de 2018.
Infantino hizo estas declaraciones durante la sesión especial del consejo de la Unión de Fútbol de Rusia (UFR) dedicado a los preparativos del campeonato mundial.
Por otra parte, descartó un posible cambio de sede del Mundial de Rusia, como pretenden algunos países, que han denunciado irregularidades durante la elección de ese país y de Catar como anfitrión del campeonato del mundo en 2022.
«Puedo decir con absoluta seguridad que el Mundial de 2018 transcurrirá en Rusia. Esa decisión se tomó hace seis años», dijo.
Según informó el Kremlin, Infantino será hoy recibido por el presidente ruso, Vladímir Putin, que cuando ese fue elegido máximo dirigente de la FIFA le prometió una estrecha cooperación para la organización del Mundial.
El suizo, que ayer inspeccionó en Moscú el estadio olímpico Luzhnikí, sede del partido inaugural y de la final del Mundial, viajará seguidamente a Catar.
En rueda de prensa, Infantino prometió ayer expulsar a todos los funcionarios corruptos del mundo del fútbol y expresó su confianza en que en el Mundial de Rusia se utilicen por vez primera las repeticiones con vídeo de las jugadas más dudosas.