Grønneberg destacó que entre el 60% y el 80% de la contaminación que llega al océano es transportada por las corrientes oceánicas hacia Galápagos. Por lo tanto, el proyecto busca reducir en un 30% la cantidad de basura que los ríos ecuatorianos llevan al Pacífico, con el fin de proteger las Islas Galápagos.
Para lograrlo, explicó que es necesario intervenir en los ríos Guayllabamba y Guayas, que se han convertido en vertederos de residuos para Quito y Guayaquil. Esto requiere inversiones y alianzas que, según Grønneberg, deben provenir del sector privado comprometido con la protección del medio ambiente.
En relación con el proyecto presentado por el Municipio para el tratamiento de aguas, Grønneberg señaló que el plan está incompleto y que aún queda mucho trabajo por hacer. Sin embargo, espera que la propuesta pueda mejorarse para lograr una regeneración efectiva de los ríos.
Sobre los incendios forestales recientes en Quito, Grønneberg mencionó que la sequía, exacerbada por el cambio climático, está contribuyendo a su aumento. Además, indicó que la tendencia de estos incendios, sean intencionales o no, requiere acciones urgentes de mitigación para minimizar sus efectos.