La tormenta tocó tierra cerca de la ciudad de Westerly, Rhode Island, aproximadamente a las 12H15 locales (1615 GMT), luego de haber sido degradado de huracán de categoría 1 a primera hora del domingo.
Pero el Centro Nacional de Huracanes (NHC) señaló en su boletín de las 0900 GMT del lunes que Henri estaba “casi estacionario” y los vientos se habían reducido a 48 Km por hora, mucho menos que las rachas pronosticadas de 120 Km/h.
El noreste de Estados Unidos suele estar relativamente a salvo de esta clase de tormentas, que en general afectan a estados más meridionales como Florida, Misisipi y Luisiana.
A medida que la superficie del océano se calienta, los huracanes se vuelven más potentes, según los científicos. En particular, suponen un riesgo creciente para las comunidades costeras afectadas por el aumento del nivel del mar.
El gobernador de Rhode Island, Dan McKee, dijo que había “importantes inundaciones” en algunas zonas, pero no hubo informes inmediatos de víctimas.
A media tarde del domingo, el NHC había levantado todas las alertas de marejadas y los primeros informes de los residentes indicaban que la tormenta no era tan mala como se temía.
En Newark, Nueva Jersey, las inundaciones causaron estragos y los servicios de emergencia rescataron a 86 personas, entre ellas 16 niños, de vehículos sumergidos. En Helmetta, 50 Km al sur, bomberos voluntarios caminaron con el agua hasta la cintura para ayudar a evacuar a los residentes de algunas casas.
Unas 79.000 personas se quedaron sin electricidad en Rhode Island y otras 33.000 sufrieron apagones en Connecticut, según el sitio web de seguimiento poweroutage.us.
Fuente: AFP – El Universo, nota original: LINK