«Los terroristas estaban implicados en crímenes atroces de terrorismo, incluidos el ataque contra la escuela de Peshawar, el ataque contra el aeropuerto de Saidu Sharif, y el asesinato de civiles inocentes y personal de las fuerzas de seguridad», indicó la oficina de comunicación del Ejército (ISPR) en un comunicado.
La breve nota señaló que los tribunales militares han acelerado los juicios tras la puesta en marcha de la operación antiterrorista Radd-ul-Fasaad («eliminación de la discordia») lanzada tras varios atentados que causaron unos 130 muertos en la primera quincena de febrero.
El ISPR no indicó los nombres de los condenados, ni los grupos a los que pertenecían, ni cuándo se llevaron a cabo los juicios.
Pakistán aprobó a comienzos de 2015 la creación de tribunales militares especiales para casos de terrorismo, tras el ataque del principal grupo talibán a una escuela de militares en la ciudad noroccidental de Peshawar, en el que murieron 125 niños y varios empleados del centro.
El Parlamento aprobó a finales de marzo la extensión de la vigencia de los tribunales militares para casos de terrorismo por dos años más.
El ISPR informó el lunes de que han sido ejecutados 24 de los hasta entonces 161 condenados a muerte en tribunales militares y que 14 nuevos ahorcamientos se llevarían a cabo «pronto».
Los juicios militares se celebran a puerta cerrada, sin presencia de la prensa, y el Ejército se ha limitado a anunciar los fallos, en ocasiones en las redes sociales.
Por ello, han sido duramente criticados por grupos de derechos humanos, tanto paquistaníes como internacionales.
La Comisión Internacional de Juristas denunció que los juicios de civiles en tribunales militares eran «incompatibles con la Constitución de Pakistán y las obligaciones del país con las leyes de derechos humanos internacionales».