La oposición convocó a una marcha masiva, la llamada «toma de Caracas», para exigir que el referéndum revocatorio contra Maduro se haga este mismo año.
«La demanda central del primero de septiembre es el cronograma electoral 2016… 20%, más revocatorio, más elecciones regionales», dijo Jesús Torrealba, secretario de la Mesa Unidad Democrática (MUD).
Por su parte, el líder opositor encarcelado Leopoldo López alentó a sus partidarios a ir a la marcha vestidos de blanco y reiteró que la marcha es no violenta.
Sin embargo, el gobierno asegura que la movilización tiene como objetivo final generar violencia en las calles.
«Ellos declararon a los medios que era la hora final, que te acabaste Maduro, que te acabaste revolución, que te acabaste socialismo… Pa Libertador no entran. Caracas es revolucionaria…», dijo el diputado chavista Diosdado Cabello.
Y mientras el ejecutivo denuncia un golpe de Estado en puertas, la oposición alerta sobre una persecución a sus dirigentes y amedrentamiento a sus seguidores.
Hasta la fecha, el gobierno ha confirmado la detención de al menos 6 dirigentes opositores bajo el cargo de conspirar contra el gobierno. El ministro de Interior anunció la captura de 90 presuntos paramilitares muy cerca del Palacio de Miraflores. También fueron trasladados a otros sitios de reclusión opositores políticos presos, como el exalcalde de San Cristóbal DAniel Ceballos, procesado por rebelión tras las protestas antigubernamentales de 2014.