Ante dignatarios e invitados a la ceremonia en Oslo, Noruega, el mandatario agradeció el premio en nombre de los colombianos.
«Hace tan solo seis años los colombianos no nos atrevíamos a imaginar el final de una guerra que habíamos padecido por medio siglo. Para la gran mayoría de nosotros, la paz parecía un sueño imposible, y era así por razones obvias, pues muy pocos –casi nadie– recordaban cómo era vivir en un país en paz», dijo Santos al inicio de su discurso de agradecimiento.
«Hoy, luego de seis años de serias y a menudo intensas, difíciles negociaciones, puedo anunciar a ustedes y al mundo, con profunda humildad y gratitud, que el pueblo de Colombia, con el apoyo de nuestros amigos de todo el planeta, está haciendo posible lo imposible.
«La guerra que causó tanto sufrimiento y angustia a nuestra población, a lo largo y ancho de nuestro bello país, ha terminado», afirmó.
Santos reconoció que el triunfo de la opción del no en el plebiscito convocado para refrendar el acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) «fue un resultado que nadie imaginaba».
«Como jefe de Estado, entendí la trascendencia de este resultado adverso, y convoqué de inmediato a un gran diálogo nacional por la unión y la reconciliación», dijo.
«Me propuse convertir este revés en una oportunidad para alcanzar el más amplio consenso que hiciera posible un nuevo acuerdo».
Admitió también la sorpresa que causó el anunció de la concesión del Premio Nobel de la Paz, y dijo que esta noticia llegó «como un regalo del cielo».
«En un momento en que nuestro barco parecía ir a la deriva, el Premio Nobel fue el viento de popa que nos impulsó para llegar a nuestro destino: ¡el puerto de la paz!»
«Hoy, distinguidos miembros del Comité Noruego del Nobel, vengo a decirles a ustedes –y, a través suyo, a la comunidad internacional– que lo logramos. ¡Llegamos a puerto!», añadió.
Santos dijo que el nuevo acuerdo firmado hace dos semanas y refrendado la semana pasada por el Congreso colombiano termina el conflicto armado, comienza el desmantelamiento de un ejército irregular y su conversión en un movimiento político legal.
«Con este acuerdo podemos decir que América, desde Alaska hasta la Patagonia, es una zona de paz», afirmó.
El mandatario dijo que el verdadero premio para Colombia es la paz y que recibía el Nobel en nombre de todo el pueblo colombiano y, principalmente, en nombre de las víctimas.
«Y lo recibo, sobre todo, en nombre de las víctimas; de más de 8 millones de víctimas y desplazados cuyas vidas han sido devastadas por el conflicto armado, y más de 220 mil mujeres, hombres y niños que, para nuestra vergüenza, han sido asesinados en esta guerra», dijo para luego pedir un aplauso para algunas de las víctimas del conflicto presentes en el evento, entre ellas Ingrid Betancourt.
Santos dijo que el proceso de paz en Colombia es el resultado de muchos esfuerzos realizados a través de la historia y alrededor del mundo.
«El sol de la paz brilla, por fin, en el cielo de Colombia», dijo. «¡Que su luz ilumine al mundo entero!»