Aunque el acuerdo pondría fin a más de 50 años de conflicto, este domingo 3 de octubre los colombianos favorecieron la opción del no en el plebiscito en el que se refrendaron los acuerdos. Así, Colombia ha caído en un momento de incertidumbre, mientras los políticos de oposición se reúnen con el gobierno para discutir cómo modificar e implementar lo acordado en La Habana tras años de negociaciones para llegar a un acuerdo con el que esté más cómodo el 50% del país que votó en contra de lo establecido entre los equipos negociadores.
Por eso el Nobel de Paz de Santos no es motivo de celebración para todos y ha causado polémica en un país ya dividido por años de conflicto y por las votaciones del domingo. Para la oposición, el acuerdo al que llegó el gobierno con las FARC no es deseable y afirman que en las urnas no se pronunciaron en contra de la paz, sino que exigieron un acuerdo distinto.
No es el primer premio Nobel de Paz que causa controversia.
A Barack Obama le dieron el premio a menos de un año en el cargo.
Muchos se sorprendieron por la velocidad con la que le dieron el galardón en 2009.
«No tuvo tiempo de hacer nada», dijo el ganador de 1983 Lech Walsea, líder anticomunista polaco.
Kofi Annan, ganador en 2001 y exsecretario general de la ONU, dijo que la decisión era «inesperada pero inspiradora».
Un miembro del Comité del Nobel renunció en protesta después de que Yasser Arafat, Yitzhak Rabin y Shimon Peres ganaran el premio en 1994 por su papel en las negociaciones que terminaron con los Acuerdos de Oslo por el conflicto Israel-Palestina.
Otros dos miembros del comité también renunciaron cuando el secretario de Estado Henry Kissinger y el revolucionario de Vietnam el general Le Duc Tho ganaron en 1973 por negociar el cese del fuego (que resultó corto) para la guerra de Vietnam.
Sin embargo, Le Duc Tho devolvió el premio, el único ganador que lo ha hecho.